Salado defiende que Cassá «no es un tránsfuga» y dice sentirse «defraudado» con Maldonado

Durante su participación en el Foro Lidera Málaga, organizado por diario SUR junto con la Diputación y el hotel AC Málaga Palacio, Salado ha reiterado que cuando un edil sale del grupo político por el que fue elegido «legalmente se convierte en no adscrito, sin que esto tenga connotaciones éticas». «Lo que sí las tiene es cuando el concejal sale del grupo para ir en contra de la formación política de la que procede, impidiendo que su partido de origen gobierne o favoreciendo que lo haga otro partido en contra del criterio que su grupo de origen mantiene. Eso sí sería una deslealtad a sus votantes. Y Juan Cassá no ha hecho eso, se ha mantenido en el mismo sitio que ha defendido Ciudadanos: apoyar la voluntad mayoritaria expresada en las urnas por los habitantes de Málaga capital y de la provincia, que no es otra que el gobierno del Partido Popular», ha subrayado.

En este sentido, el dirigente del PP ha aludido a que el PSOE ha intentado convencer a Cassá para que se convirtiera en tránsfuga con reuniones «incluso con otros cargos que aún pertenecen a Ciudadanos, para intentar mociones de censura en el Ayuntamiento de Málaga y la Diputación». Por ello, ha instado a los socialistas a «dejar de darse menos golpes en el pecho y revisar sus comportamientos y acciones» porque gobiernan con tránsfugas en ayuntamientos como el de Torremolinos gracias a una edil procedente de Vox «partido al que hacen cordones sanitarios sólo cuando les beneficia».

Francisco Salado ha defendido que los acuerdos de su partido con Cassá han reforzado la estabilidad de los gobiernos que forman PP y Ciudadanos en el Ayuntamiento y la Diputación de Málaga. «¿No lo ve Ciudadanos en el Ayuntamiento? ¿Prefiere Ciudadanos ponerse en manos del PSOE y la izquierda radical en lugar de Cassá? Prefiero a Cassá antes que echarme en las manos del PSOE y de Podemos», ha sostenido.

Y es que parte de su discurso ha sido muy crítico con su socio, Ciudadanos. En este sentido, Salado ha afirmado que en este caso «hay quien ha querido hacerse su campaña de promoción personal dentro de Ciudadanos a costa de Juan Cassá. Eso debe acabaar ya». Cuando se la ha preguntado a quien se refería, no lo ha dudado y ha aludido a Juan Carlos Maldonado: «Intentó promocionarse como adalid de la decencia política cuando estaba informado de todo el proceso; me ha defraudado».

El presidente de la Diputación ha recordado que avanzó a Maldonado la operación para integrar a Cassá como portavoz del gobierno en la institución provincial y que el vicepresidente primero estaba de acuerdo en incorporarlo aunque le dijo que necesitaba la autorización de su partido. En este punto, Francisco Salado ha manifestado que la dirección del partido en la provincia no ha sabido defender bien los intereses políticos de Málaga ante la cúpula nacional naranja y ha reprochado, sin mencionarlos, a algunos dirigentes provinciales de Ciudadanos de actuar como «pirómanos». «Desde un despacho de Madrid no se sabe lo que políticamente es beneficioso para Málaga», ha dicho, al tiempo que ha reconocido que se ha abierto un cierto «temor y desconfianza» hacia su número dos en la institución provincial.

Por ello y dado que en este momento de «emergencia» nacional se necesita más unidad que nunca y más trabajo, Salado ha emplazado a Ciudadanos a deshojar la margarita y decidir «si está en el gobierno de la Diputación y del Ayuntamiento o si está fuera. Las dos cosas a la vez resultan una paradoja. Ciudadanos no puede tener una pierna fuera del gobierno y otra dentro. Nadar y guardar la ropa».

Asimismo, Francisco Salado ha comenzado su intervención lanzando un mensaje «claro de afecto y apoyo» a Cassá y a su familia después de que ayer ardiera su autocaravana a las puertas de su casa y ha manifestado su condena y repulsa «rotunda si la investigación policial, que debe llegar a sus últimas consecuencias, demuestra que el ataque fue intencionado».

«No podemos tolerar ni permitir comportamientos violentos, mafiosos ni coacciones más propias de la barbarie que de una sociedad democrática. En una democracia siempre se puede discrepar y criticar, pero se cruzan todas las líneas rojas con acciones como la de ayer. El suceso de ayer, prenderle fuego a la caravana en la que un concejal y diputado pasa las vacaciones con su familia, con sus cinco hijos y su mujer, era lo último que nos podíamos imaginar en este año terrible. Un incidente disruptivo, de pesadilla», ha dicho.

Salado ha recordado que los políticos son también personas, «seres humanos con sus aciertos y sus errores, porque nadie está libre de errores. Personas que sufren y sienten, como sufren sus familias con ellos» y ha destacado la «calma y el temple» de Cassá en estos meses para «aguantar muchos, demasiados ataques, que han traspasado la barrera de lo político para invadir la esfera personal y familiar. «Nada justifica el ataque de ayer y me alegra comprobar que todas las fuerzas políticas se unieron ayer en la condena y en el mensaje de apoyo a Juan y su familia» ha apostillado.