Los embalses del Guadalhorce se quedan sin agua a la espera de las lluvias del próximo fin de semana en Málaga

El Sistema de Información Hidrológica Hidrosur de la Junta ha dado a conocer a través de sus redes sociales las previsiones del modelo determinista (su nombre oficial es HRES-IFS) que elabora la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Según estas proyecciones, que todavía pueden variar, entre los días 11 al 13 de octubre (esto es, del viernes al domingo próximos) se pueden producir en casi toda la provincia acumulados de más de 100 litros por metro cuadrado (en el conjunto de las 72 horas).

Para el viernes todavía las lluvias serán por lo general débiles, y sólo llegarán a 20 l/m2 en Ronda, Estepona y zonas más al interior de Antequera y la Axarquía (en la frontera con las provincias vecinas de Granada, Sevilla y Córdoba). En la capital y la Gran Málaga no pasarán de los 10 l/m2.

El plato fuerte llegará, siempre según el modelo numérico, el sábado, 12 de octubre (festividad del Pilar), cuando se podría superar el acumulado simbólico de los 100 l/m2 en el extremo occidental (área de Marbella, Estepona y Los Reales); 70-80 en la Serranía de Ronda y la alta Axarquía; 60-70 en el Valle del Guadalhorce y 50 a 60 en la capital y su área metropolitana. Todavía el domingo podría dar un tercer (y último) coletazo, y sumar otros 10 a 20 l/m2 en amplias zonas del prelitoral malagueño.

El director del Centro Meteorológico de Aemet en Málaga, Jesús Riesco, explica que a lo largo de esta semana se espera el paso sucesivo de tres borrascas atlánticas: la primera, el lunes, ya dejó algunos chubascos débiles, de hasta 10 l/m2 en puntos del alto Guadalhorce y Antequera, como Archidona y Bobadilla. Luego, el miércoles se espera el paso de los restos del huracán Kirk, que se manifestará sobre todo en forma de vientos fuertes del oeste y terral (por lo que subirán las temperaturas en la capital), aunque sin precipitaciones de importancia.

Martes y jueves se ven como «días de transición». Y lo más intenso llegará a partir del viernes, con la tercera borrasca, que Aemet prevé que se descuelgue a latitudes al suroeste de la península. «Es difícil concretar cuánto nos puede afectar, pero sí parece que puede producir lluvias en la parte final de la semana». Riesco matiza que todavía hay margen para que se mueva, y sea más intenso el sábado o el domingo, «pero en principio, sí puede haber algunas precipitaciones, y ya veremos de qué intensidad, depende de cómo se coloque y del flujo que haya, tendremos una cosa u otra». Con todo, el meteorólogo no ve por ahora acumulados muy destacables en la provincia, frente a lo previsto a la fachada más oeste de Andalucía, que es donde se esperan los mejores datos.

José Luis Escudero, responsable del blog meteorológico Tormentas y Rayos (en SUR.es) también es escéptico sobre la previsión de lluvias intensas. «El modelo Americano no da casi agua, sólo están de acuerdo en que hasta el viernes no caerá apenas nada, pero luego el sábado el modelo Europeo da una bestialidad de lluvias y el Americano, no lo ve», advierte.

Por tanto, el experto propone esperar hasta el jueves, cuando se confirmará definitivamente la situación. Sin embargo, también pone como ejemplo de la variabilidad actual lo ocurrido el lunes, que fue «una sorpresa», y dejó hasta 10 l/m2 en algunos puntos del interior. Todo esto llegará (si finalmente ocurre) cuando los embalses del sistema Guadalhorce, que son una de las principales fuentes de suministro de la ciudad de Málaga, están en niveles ínfimos, como muestran las imágenes captadas el martes por José Luis Escudero.

El que tiene una situación peor es el del Guadalhorce, que además tiene un agua salobre, por lo que todavía se puede aprovechar menos. Está sólo al 8% de su capacidad, con apenas 10 hectómetros cúbicos, lo que supone que lleva marcando su mínimo histórico desde el 24 de septiembre. Los demás tampoco están mucho mejor.

El del Guadalteba, que es el más grande de la zona, contiene 18,4 Hm3, al 12%. Y el Conde de Guadalhorce puede aportar otros 14,25 Hm3, al 21,4%. Entre los tres suman agua para unos ocho meses, si no lloviera absolutamente nada.

Lo que sí es seguro es la bajada de la temperatura que se producirá, especialmente coincidiendo con la tercera borrasca, a partir del viernes. «Ya no pasaremos de 30 ni tendremos los valores tan significativos de la semana pasada», aclara Jesús Riesco.

El miércoles puede haber un último coletazo de terral suave, pero el jueves ya bajará a 26, y de cara al fin de semana la máxima no sobrepasará los 22-23 grados en la capital (mínimas de 18-20); frente a los 29 y por encima de 30 de los días anteriores.