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El paso de un año a otro es un momento de hacer balance y realizar previsiones. Y uno de los focos de atención principal está en el mercado de la vivienda. Su elevado precio y la escasez de oferta asequible fueron motivo de masivas manifestaciones en Málaga y en otras capitales españolas el ejercicio pasado. Pese a todo, los pisos, tanto en compra como en alquiler, siguieron subiendo en 2024, y en la capital costasoleña y en la provincia, mucho más que en la media española, debido a la presión ejercida por la demanda, por el crecimiento demográfico y también por el componente vacacional que tiene este punto del mapa. Tal es así que Gonzalo Bernardos, profesor titular de Economía de la Universidad de Barcelona y experto en el mercado inmobiliario, afirma que «el mercado de la vivienda está al rojo vivo» y que así seguirá en el año 2025 que se acaba de inaugurar.
Bernardos pone números a estas palabras y anticipa una subida del 12% en el precio de la vivienda usada y de un 15% para la vivienda nueva. Asimismo, considera que la demanda va a estar protagonizada fundamentalmente por la clase media y media-baja y especialmente por los jóvenes menores de 40 años. Asimismo, si calcula que la demanda de vivienda nueva en toda España va a ser de 400.000 unidades, apenas se van a producir 150.000 casas nuevas. Ese exceso de demanda de vivienda nueva se trasladará a la vivienda usada.
En general para toda España, pero también para Málaga, Gonzalo Bernardos estima que muchos jóvenes este año «saldrán de la trampa del alquiler» y se van a comprar una vivienda con ayuda de sus padres. De acuerdo con su análisis, hay mucha movilidad de jóvenes en el mercado laboral, lo que significa que están mejorando sus salarios y además con contratos de trabajo más estables. «Ahora tienen más solvencia, más estabilidad, los tipos de interés están más bajos, sólo les falta el ahorro previo, que lo pondrán los padres», reflexiona. Aunque también observa que cada vez más entidades financieras están dando hipotecas por más del 80% del valor de la vivienda, e incluso hasta por el 100%. «Los jóvenes se van a incorporar a la compra de viviendas de manera masiva. Vamos a volver a oír hablar de burbuja», asegura Bernardos.
Todo ello se va a traducir, defiende, en que el crédito concedido por los bancos va a crecer un 35% este año en comparación con el pasado, mientras que el número de hipotecas aumentará un 25%. «Los bancos van a prestar una barbaridad de dinero», sintetiza.
Y si bien no pasa por alto que la situación económica de Europa, de Francia y Alemania, es «horrorosa», opina que no va a tener impacto en el mercado inmobiliario malagueño: los extranjeros van a seguir comprando casas. Y, además, insiste: «No estamos en un 'boom' de vivienda turística, sino de jóvenes que van a salir de la trampa del alquiler».
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