Un plan mejorará la conexión de la mitad de los municipios de Málaga

Con el objetivo de mejorar estas comunicaciones reduciendo el kilometraje y la duración del viaje, la Diputación de Málaga ha puesto en marcha el plan Vía-ble, una ambiciosa actuación, para trabajar en 292 kilómetros de 42 caminos rurales públicos con una inversión de algo más de 50 millones de euros en un plazo de diez años y del que se beneficiará la mitad de los pequeños municipios, especialmente de las zonas orográficamente más complicadas de la provincia como la Serranía de Ronda, la Alta Axarquía y las zonas montañosa de Antequera y el Guadalhorce. Un programa para el que se deberá cerrar un acuerdo con la Junta de Andalucía (titular de estas vías rurales) y los ayuntamientos afectados y que está abierto a ampliarse con nuevas incorporaciones.

Esta actuación, para la que ya se cuenta con un millón de euros en el presupuesto provincial de este año para iniciar los estudios y en la que llevan trabajando durante meses del departamento de Carreteras de la Diputación que encabeza como director de Vías y Obras, Manuel Piniella, pretende darle un uso más útil y amplio a unos caminos públicos que vienen a suplir la falta de carreteras para unir de manera más directa y rápida municipios y que ya vienen siendo utilizados por algunos usuarios (especialmente aquellos que tiene vehículos todoterreno); se busca comunicar núcleos de población con las localidades de las que dependen y de las que a día de hoy se encuentran muy distanciados, como por ejemplo El Secadero con Casares o El Colmenar con Cortes de la Frontera; y, fundamentalmente, el objetivo es luchar contra la despoblación de las zonas del interior mejorando las comunicaciones para que los habitantes de estas localidades dejen de tener la sensación de estar aislados, mejoren su calidad de vida y tengan más facilidades a la hora de acudir a centros sanitarios o educativos, a zonas comerciales, para desplazarse a actividades de ocio o acudir a los centros de trabajo.

Además, habrá actuaciones que contribuirán a mejorar las conexiones con zonas de emergente desarrollo turístico como la unión que se hará desde la autovía de Las Pedrizas (puerta de entrada desde el norte a Málaga) hacia El Chorro, en las inmediaciones del Caminito del Rey, uno de los grandes atractivos de la provincia, y de ahí hacia la zona de la Sierra de las Nieves, que está a la espera de los últimos trámites para convertirse en Parque Nacional. Además, se pretende que estos caminos se conviertan en rutas paisajísticas, dado el valor medioambiental que tienen por su ubicación.

Aunque las actuaciones se tendrán que concretar en cada uno de los casos específicos ya que la situación de estos caminos es diferente –los hay que ya están asfaltados en algunos tramos, mientras que otros son de terrizo–, y se respetará el trazado de los caminos (si existen numerosas curvas se mantendrán), hay una serie de trabajos que serán comunes en ellos, según explican los técnicos consultados. Así, se mejorará el firme, bien con pavimento o reforzando el actual camino de tierra; se acometerá una señalética para que tengan unas mínimas medidas de seguridad vial; se harán apeaderos para facilitar los cruces ya que no en todos los casos se podrá acometer una ampliación de la anchura del camino; se establecerán sistema de drenaje para evitar que las lluvias hagan impracticable el tránsito por esta vías; y se colocarán vallas en las zonas más escarpadas.

Todas estas actuaciones, según los técnicos consultados, se harán integradas medioambientalmente con el territorio y «no serán agresivas» con el entorno natural y el objetivo es que por estos caminos discurran no sólo vehículos todoterreno sino también turismos e incluso microbuses. Además, algunas de estas vías, como por ejemplo el Camino de los Pedregales entre Estepona y Casares, podrían con el tiempo incorporarse a la red provincial de carreteras.

El presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, destacó los beneficios de este plan de «interés provincial indiscutible y por lo que debe quedar al margen de la confrontación política» y remarcó el papel de «liderazgo» de la institución provincial para afrontar retos y problemas como el despoblamiento.

«Con este plan aspiramos a revolucionar las comunicaciones de los pueblos pequeños. Puede que el plan no afecte a muchísima gente, pero va a tener un impacto trascendental en la vida de muchísimos pueblos pequeños. Va a dar la vida a muchísimos pueblos que están perdiendo población a un ritmo preocupante. Y es un plan, como su nombre indica, viable, factible, de sentido común. La Diputación va a estar, tiene que estar, al lado de los pueblos pequeños. Fomentando que haya igualdad de oportunidades, derechos y servicios. Y esa igualdad pasa por la movilidad y la accesibilidad», remarcó.