IU Málaga apuesta por la vía Antonio Maíllo

Pero IU no sería IU si para llegar al destino no hubiera algo de brega interna. «No podemos sin un poco de drama», lo resume alguien con muchos años de militancia a sus espaldas. En la asamblea provincial que se ha celebrado esta semana, la petición de aupar a Maíllo ha sido un clamor. La propuesta política que suscribe ha sido apoyada por más del 90% de la militancia en la provincia.

Pero este respaldo cerrado también da fe de una división que existe dentro del partido, huérfano de líder tras el paso atrás de Alberto Garzón. Y esa división apunta de manera directa a la actual ministra de Juventud, Sira Rego, que anunció el pasado 13 de marzo, a través de un mensaje en las redes sociales, su candidatura a coordinadora general de IU.

Lo paradójico de ese paso adelante, señalan fuentes de IU en Málaga, fue hacerlo sin contar con el respaldo de la fracción andaluza de IU. La que más militantes tiene y la que aún mantiene algo de poder territorial tras las últimas elecciones locales de mayo, en las que IU se desangró en muchos ayuntamientos.

Habría otro punto que juega en contra de Rego: su papel de sucesora 'oficialista' de Garzón. Nadie arremete de manera abierta contra el malagueño, pero las fuentes consultadas sí deslizan un descontento con su gestión al frente de IU, que se habría acentuado en los últimos años. Sin un mensaje propio y sin el peso político que se merece un partido histórico, temen muchos, IU corre el riesgo de caer en la insignificancia.

El contexto político de los últimos años tampoco ha favorecido al partido. La confluencia en Unidas Podemos y luego en Sumar, además de la posición de Garzón con un asiento en el consejo de ministros, habrían llevado a IU a parecerse demasiado a una serie de Netflix: muchos intereses cruzados, mucha intriga y apenas política.

«Es muy difícil tomar una postura clara frente a asuntos concretos cuando cualquier cosa se puede interpretar como algo que erosiona al gobierno de coalición», explica un cargo importante de IU. Apostar por Rego sería repetir el error y colocaría al futuro líder de IU ante un juego de equilibrios que ya se ha demostrado que no funciona.

Solo la posibilidad de que Maíllo vuelva a la primera línea política ha servido para llenar de oxígeno a una militancia que había entrado en un cierto estado de letargo. «Hay que volver al debate colectivo, que cada voz cuente. Así ha sido siempre en IU», sentencian las fuentes consultadas. Y Maíllo, añaden, representa ese espíritu. Alguien que acepta matices, debate hasta la extinción si hace falta y no se pliega al dictado de la corrección política.

Quien ha seguido la trayectoria de Maíllo, sabe que es capaz de transmitir el mensaje de IU de manera didáctica, se maneja bien en todos los espacios mediáticos e ideológicos y huye del sectarismo.

IU es una formación compleja. Pero a favor de Maíllo, señalan las fuentes consultadas, juega también el apoyo que tendría por parte del PCE y dirigentes de otra fracción de IU que tiene un peso histórico, la asturiana. Argumentos que en estos momentos estarían sirviendo para intentar llegar a un acuerdo con el entorno de Rego. El objetivo es poder llegar a la asamblea general del 19 de mayo con una única candidatura de consenso.

Una candidatura en la que la que haya una representación amplia de todas las sensibilidades territoriales y una dirección amplia, pero que esté encabezada por Maíllo.