Ciudadanos y Maldonado dan marcha atrás para mantener el grupo en la Diputación de Málaga
El exvicepresidente continúa como diputado y portavoz de los liberales en la institución provincial, donde la formación naranja recibe una aportación anual de 252.600 euros
Juan Carlos Maldonado sigue formando parte de Ciudadanos. A punto de cumplirse un mes de que anunciara públicamente que abandonaba la formación naranja y de ... que ésta le exigiese la devolución de sus actas como diputado provincial y concejal en Mijas, ambas partes han dado marcha atrás con el objetivo de que el partido naranja mantenga el grupo en la Diputación de Málaga y él siga siendo, a todos los efectos, portavoz de la formación.
A día de hoy y en vísperas de que este miércoles se celebre el pleno ordinario en la institución provincial, Juan Carlos Maldonado sigue siendo el único representante de Ciudadanos en la Diputación ya que, según explicaron las fuentes, hace unos días tanto el político como el partido presentaron sendos escritos ratificando que continúa en Ciudadanos y dejando sin efecto una solicitud previa de la formación naranja donde se pedía su expulsión del grupo y el paso a los no adscritos.
En este sentido, otras fuentes añadieron que ayer, lunes, Maldonado presentó una declaración responsable dirigida a la secretaría general del Ayuntamiento de Mijas donde manifiesta: «No he solicitado mi baja en mi partido Ciudadanos, ni por sede física, ni por ninguna sede electrónica». Un documento de similares características presentó el pasado viernes en la Diputación Provincial.
En el caso de la Diputación, la decisión de Maldonado y Ciudadanos tiene, junto a la vertiente política, un aspecto económico a tener en cuenta. Y es que el grupo naranja recibe anualmente de la institución provincial una asignación económica de 252.600 euros (la suma de los 18.300 euros mensuales que recibe como grupo más los 2.750 euros mensuales por cada uno de los diputados que tenga, en este caso, uno) para su funcionamiento interno, donde se incluye la contratación de personal de confianza. Además, al mantenerse como portavoz percibirá un sueldo bruto anual de 67.984 euros, según los datos recabados.
En caso de que Juan Carlos Maldonado hubiera materializado su baja de Ciudadanos se habrían producido dos consecuencias. La primera es que el partido naranja se habría quedado sin grupo en la Diputación y, por ende, sin la asignación económica anual y sin cargos de confianza. Y la segunda, es que el exalcalde de Mijas hubiera pasado a los no adscritos donde, además de no tener grupo propio, su salario anual se vería reducido ya que podría pasar a 64.000 euros si se le concedía la dedicación exclusiva o 48.000 euros si la dedicación era parcial. Por lo tanto, según fuentes consultadas, el hecho de que hayan dado marcha atrás para mantener el grupo «beneficia» a ambos.
Desde el partido, fuentes consultadas explicaron que el grupo no se había disuelto por «trámites burocráticos» que afectarían a los trabajadores que prestan su servicio como cargos de confianza y añadieron que tanto Ciudadanos como Maldonado están abordando la situación para que sea «cordial, fluida y fácil».
En este sentido, esta situación «compleja», según admitieron las fuentes liberales, está siendo gestionada por el responsable provincial del área de Institucional, Alejandro Carballo, su homólogo a nivel andaluz en la dirección del partido, Javier Loscertales, y la secretaria general de los liberales a nivel nacional, Marina Bravo Sobrino.
«Estamos esperando a que se aclare la situación y siguiendo los requerimientos burocráticos de la institución para poder cerrar las cosas de la mejor forma posible para todas las partes», añadieron las fuentes
Anuncio con duras críticas al partido
Y es que Juan Carlos Maldonado, con el que este periódico ha intentado contactar sin poder hablar con él, anunció en una carta publicada en redes sociales el 22 de noviembre que abandonaba Ciudadanos con duras acusaciones contra la dirección liberal. Así, sostuvo que no podía seguir representando a un partido en el que «he dejado de creer y en el que sus dirigentes llevan meses estando a mi contra y perjudicando mis responsabilidades políticas».
Además, denunció que la dirección nacional de Inés Arrimadas y la andaluza de Juan Marín habían ido tomando decisiones que «se alejan de aquellos valores y principios que hizo afiliarme» y que miembros de ambas cúpulas le habían ido poniendo «palos en las ruedas» en sus entonces responsabilidades de gestión como vicepresidente de la Diputación de Málaga y teniente de alcalde de Mijas. «Desde Ciudadanos se ha ido ninguneando mi labor e intentando boicotear mi trabajo y el de mi equipo. El último capítulo de retirarme las competencias de Sabor a Málaga, mediante un pacto oscuro de Ciudadanos, con el objetivo de dañar mi imagen ha sido intolerable«, dijo en ese momento.
Al día siguiente de aquellas declaraciones, en una entrevista con SUR, Maldonado arremetió duramente contra su socio de gobierno, el PP, en la figura del presidente de la Diputación, Francisco Salado, de quien dijo que «no es un presidente que esté a la altura de los malagueños». Días después, fue destituido de sus responsabilidades como vicepresidente primero de la institución provincial.
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