Málaga se vuelca con Ucrania en «una marea solidaria»

En el despacho, ambas sostenían la bandera, mientras Patricia Navarro dedicaba unas palabras de ánimo a la cónsul: «Os mandamos ánimo y fortaleza para que esto acabe lo antes posible». «Hay que aguantar lo máximo posible», le contestaba la cónsul ucraniana. Y, tras las palabras, llegaba el momento. Svitlana Kramarenko y Patricia Navarro salían al balcón de la delegación andaluza y acaparaban todas las miradas de cualquiera que pasase por la Alameda Principal en ese momento. Justo debajo de la bandera de Andalucía y España colocaron la de Ucrania, en señal de apoyo al pueblo que tanto está sufriendo.

Unas horas más tarde, la cónsul de Ucrania, Svitlana Kramarenko, visitaba también el patio de Banderas del Ayuntamiento de Málaga. Allí, junto a la bandera española, andaluza y malagueña, se informaba de los puntos habilitados para la recogida de alimentos, medicamentos y ropa para destinarlos al pueblo ucraniano. Además de la cónsul de Ucrania, estuvieron presentes la concejala delegada de Participación Ciudadana, Migración, Acción Exterior y Cooperación, Ruth Sarabia; el alcalde, Francisco de la Torre; el presidente de la Agrupación de Voluntarios de Respuesta Rápida, Antonio Paneque; la secretaria de la Asociación Maydan de Ucranianos en Málaga, Maryana Kasiv y el director de supermercados Maskom, Sergio Cuberos.

«Como Ayuntamiento queríamos dar un paso más para ayudar en esta marea de solidaridad del pueblo malagueño. Hay mucha demanda de alimentos, material sanitario, ropa de abrigo, hay gente huyendo para atravesar fronteras. Por eso se han habilitado puntos de la red de voluntarios de cada distrito de la ciudad, para que todos los malagueños lo tengan cerca de sus casas», explicaba la concejala Ruth Sarabia. «Queremos movilizar con rapidez para que la solidaridad de Málaga se canalice y que los malagueños se sumen para llevar respuesta a las familias de Ucrania», añadía el alcalde, Francisco de la Torre.

La cónsul de Ucrania, Svitlana Kramarenko, confirmaba las miles de llamadas que reciben al día de gente que está en camino y de familiares que quieren que sus seres queridos puedan salir de Ucrania: «Estamos desbordados de llamadas de gente que quiere sacar a sus familiares del país. También tenemos a mucha gente que proponen sus casas para las familias que están llegando de la guerra. Eso nos da fuerza también por ver que la comunidad malagueña os ofrece esto de corazón y nos abre, literalmente, las puertas de su casa», agradecía la cónsul.

Sobre la polémica de la Colección del Museo Ruso de Málaga también habló la cónsul de Ucrania. Cultura pedía dejar «en suspenso» las exposiciones del Museo Ruso mientras dure la invasión a Ucrania, pero el espacio sigue abierto: «Estamos tan desbordados de trabajo con el tema de acogida y ayuda humanitaria que sobre el tema del Museo Ruso nos abstenemos de dar alguna opinión», zanjaba el tema Svitlana Kramarenko.

Volviendo al tema de la recogida de alimentos, los supermercados Maskom se unen a la causa. «Es una idea que surgió del personal de nuestra empresa, es increíble cómo Málaga se ha volcado con esto. A partir de este momento, en nuestros supermercados se pueden donar los productos, que luego prepararemos y llevaremos a los almacenes para repartirlos», concretaba el director de la cadena, Sergio Cuberos.

La emoción era incontenible cuando hablaba la secretaria de la Asociación Maydan, Maryana Kasiv: «Gracias a los voluntarios que trabajan día y noche en la clasificación y recogida de alimentos y medicamentos. Todos los días salen furgonetas y camiones que llegan a un punto de Polonia donde las asociaciones ucranianas que sí pueden cruzar la frontera lo recogen. El reparto es seguro; también pedimos ayuda a las empresas de transporte que puedan colaborar con este reparto», exponía Maryana Kasiv.

La acogida de los ucranianos es otro de los asuntos tratados en las últimas reuniones de la cónsul ucraniana y las instituciones malagueñas. «Estamos en conversación con todas las entidades de Ayuntamiento, Diputación, Gobierno y Junta para coordinar el trabajo de acogida para las personas que están llegando. Estaría bien hacer un centro operativo entre todas las administraciones no solo para el alojamiento, sino para la atención sanitaria y educativa para ofrecer todo lo necesario», abordaba la cónsul, Svitlana Kramarenko.

«Efectivamente, tendremos reunión de coordinación con todas las administraciones que puedan ofrecer plazas para las personas que venga, pero por supuesto es primero el Ministerio el que tiene que decidir dónde van esos refugiados», enunciaba Ruth Sarabia. En posible caso de necesitar más espacios en Málaga además de los de Cruz Roja o CEAR, la concejala desveló los posibles sitios: «En el que caso de que estas se desborden, se pasará a las plazas que va a ofertar la Junta con albergues juveniles; la Diputación de Málaga con La Térmica y la Noria, o la que tenemos el Ayuntamiento de Málaga, Hogar Malaka», concluía Sarabia.