De Castilla Pertiñez a Bendodo: 44 años del PP en Málaga

La génesis malagueña del partido hunde sus raíces en la Junta Provincial de la Federación de AP que se constituyó por la unión de los partidos Acción Democrática Española (ADE), liderado por José Atencia García; Acción Regional (AR), con Manuel Atencia García a la cabeza; Democracia Social (DS), de José Aragón Casillas; Reforma Democrática (RD), presidido por Juan Sánchez Morente; Unión Nacional Española (UNE), con Juan Arrabal Granados como cabeza visible; y Unión del Pueblo Español (UPDE), liderado por Mariano Castilla Pertiñez. Todos ellos conformaron la copresidencia colegiada, de la que era coordinador Castilla Pertiñez, al que se le considera como el primer presidente del partido en Málaga.

Los malos resultados cosechados en las elecciones generales de 1977 en Málaga (AP logró 34.838 votos y no consiguió ningún representante en las Cortes Generales), donde el espacio ideológico del centro-derecha fue ocupado por la UCD, llevó a Castilla Pertiñez a presentar su dimisión como presidente-coordinador del partido en la provincia tras la debacle en las urnas -en aquellos comicios el exministro franquista José Utrera Molina encabezó la lista del partido al Senado-.

De aquellas «cenizas» como él mismo recordaba la pasada semana en un homenaje a los expresidentes, un grupo de militantes se puso al frente del partido encabezados por Luis Vázquez Alfarache, quien dirigió AP en Málaga de forma transitoria desde septiembre de 1977 hasta febrero de 1978, cuando se celebró el primer congreso de la organización en el hotel Málaga Palacio y resultó elegido como presidente de la junta provincial Federico Sánchez Madrid, quien estuvo poco más de un año en el cargo ya que dimitió a finales de 1979.

Enrique Alfaro Capitán asumió en ese momento las riendas de AP en la provincia y condujo el partido hasta febrero de 1982 en que dimitió. Son momentos de cierta inestabilidad interna en el partido y se nombra una gestora en marzo de ese año presidida por Antonio Jesús Valero Navarrete, quien se encargó de preparar las elecciones generales de ese año, donde el PSOE consiguió un holgado triunfo a nivel nacional y también en Málaga. Tras esos comicios, el segundo congreso provincial, en enero de 1983 y clausurado por el entonces líder del partido en Andalucía, Antonio Hernández Mancha, ratificó a Valero Navarrete como presidente al vencer a la candidatura de Javier Pineda Soria (considerada la lista progresista dentro del partido) por 507 a 228 votos.

Sin embargo, no estuvo mucho tiempo en el cargo porque Valero Navarrete dimitió a finales de 1983, haciéndose cargo transitoriamente del partido Francisco Ortiz de la Torre hasta que en el tercer congreso provincial, en 1984, eligió al catedrático de Derecho Natural y Filosofía del Derecho de la UMA José Lorca Navarrete, quien dimitió en septiembre de 1986 en solidaridad con Jorge Verstringe cuando este fue destituido como secretario general de AP por Manuel Fraga. Acto que Lorca Navarrete calificó en su momento de «autoritarismo desfasado hacia una persona que ha hecho todo en el partido».

Ortiz de la Torre, entonces vicepresidente provincial, relevó a Lorca Navarrete y luego sería ratificado en el cuarto congreso de AP en Málaga. Estuvo en el cargo hasta febrero de 1990. En esas fechas fue sustituido por Joaquín Jiménez Hidalgo, quien fue elegido presidente en el quinto congreso del partido en la provincia. No llegó a cumplir un año en el cargo ya que en diciembre, la dirección nacional, ya encabezada por José María Aznar tras la refundación, destituyó a quien había sido presidente de la Diputación antes de las primeras elecciones municipales y exalcalde de Antequera.

En ese momento se nombró una gestora presidida por José Miguel Fernández Pelegrina, que estuvo un año en el cargo y fue sustituido por Federico Souvirón en diciembre de 1991 hasta su destitución en julio de 1993. En ese momento, la gaditana Teófila Martínez, entonces diputada nacional por Cádiz, presidió la comisión organizadora del sexto congreso provincial, que se celebró en octubre de 1993, asumiendo durante varios meses el liderazgo del partido en la provincia.

En ese congreso, el abogado Manuel Atencia asumió las riendas del partido y le dio estabilidad tras años de vaivenes internos. Además, el PP de Málaga inició un proceso de ampliación de su base política y social y de expansión que le llevó al hito de ganar las elecciones andaluzas y europeas de 1994 y, un año después, a gobernar en el Ayuntamiento de la capital y la Diputación Provincial por primera vez. Atencia fue reelegido en el séptimo congreso provincial, celebrado en octubre de 1996 y permaneció cuatro años más en el cargo.

En mayo de 2000, quien había sido el número dos de Atencia como secretario general, Joaquín Ramírez fue elegido presidente en el congreso de ese año y reelegido en el noveno cónclave provincial, cuatro años después. Aunque en un principio iba a presentarse a una tercera reeleción en 2008, donde incluso había recabado los avales, no lo hizo finalmente después de que el líder andaluz del PP, Javier Arenas, abogara por una renovación en el liderazgo del partido.

Una decisión que aupó al entonces secretario general, Elías Bendodo, a la presidencia del PP de Málaga convirtiéndose en el decimocuarto líder que la formación han tenido en la provincia. Fue reelegido en el undécimo y el duodécimo congreso y ahora lo volverá a ser en el decimotercero; cuando finalice este próximo mandato llevará diecisiete años al frente de los populares malagueños.