El Gobierno no permite el pase de Málaga a la fase 2 de la desescalada

Tal como se temía la Junta, Sanidad ha dejado a Málaga y a Granada en la fase 1 una semana más, a la que accedieron el pasado lunes, día 18 de mayo. Ese hecho repercutirá negativamente en la reactivación de la economía malagueña, ya por sí muy afectada por los dos largos meses de parón de actividad. Distintos sectores malagueños tenían la esperanza de conseguir el visto bueno para seguir con su relanzamiento, una circunstancia que no se producirá hasta al 1 junio.

La noticia se ha conocido en la tarde de este viernes en la rueda de prensa posterior a la celebración de un consejo de ministros extraordinario, en la que han comparecido el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y la ministra de Hacienda y Portavoz, María Jesús Montero. Al final, ha prevalecido el criterio de Sanidad de que una unidad territorial tiene que permanecer 14 días en una fase, porque ese es el periodo máximo de incubación del virus (Málaga y Granada lleva cinco días en la fase 1). El ministro Illa ya adelantó el pasado domingo que ambas provincias deberían estar dos semanas en la fase 1 y añadió que eso sería así salvo que concurrieran cuestiones «muy excepcionales» para reconsiderarlo.

La negativa al pase de Málaga la fase 2 ha causado un hondo malestar en la Junta de Andalucía, en las instituciones locales y en las entidades empresariales por considerar que la decisión constituye un agravio comparativo y que no tiene justificación, puesto que la provincia cumple los requisitos fijados por Sanidad y tiene unos buenos indicadores epidemiológicos.

En los informes enviados esta semana por la Consejería de Salud y Familias al Ministerio de Sanidad, que fueron elaborados por la Dirección General de Salud Pública, se pedía que todas las provincias andaluzas fuesen de la mano a la siguiente fase al cumplir con los criterios exigidos. Así, se exponía que la incidencia de la tasa de contagios de los últimos 14 días de Málaga era de 2,65 por cada 100.000 habitantes y la de Granada de 4,26, mientras que la media andaluza era de 2,71, todas por debajo de 10 como marca Sanidad y menores que las de gran parte de otras comunidades. Igualmente, se especificaba que Andalucía cuenta con la suficiente capacidad para el control y seguimiento de posibles repuntes del Covid-19.