El Gobierno y la UGT sellan en Málaga su idilio
María Jesús Montero, ministra y vicesecretaria del PSOE, participa en una reunión del comité federal de la Federación de Servicios del sindicato con intercambio mutuo de elogios
Lejos quedaron ya los tiempos de distanciamiento entre el PSOE y UGT. El partido y su sindicato hermano viven unos momentos de idilio en sus ... relaciones que se traslada también al Gobierno y quedaron patentes este miércoles en Málaga con la asistencia de María Jesús Montero, ministra de Hacienda y vicesecretaria general de los socialistas españoles, a la reunión del comité federal de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT, con la presencia del líder ugetista, Pepe Álvarez, y sus homólogas en Andalucía y Málaga, Carmen Castilla y Soledad Ruiz, respectivamente. Un encuentro donde ambas partes se intercambiaron mutuos elogios por la labor de cooperación que vienen desarrollando en los últimos años en cuanto a derechos laborales y sociales.
Antes de dirigirse a los 178 delegados llegados a Málaga de todo el país y reunidos en hotel de la capital, María Jesús Montero afirmó, en declaraciones a la prensa, que su asistencia al comité es «un reconocimiento» al trabajo que viene desarrollando UGT en pos de que la recuperación tras la pandemia y la crisis económica derivada de la guerra de Ucrania se traduzca en menos precariedad, menos despidos, menos pobreza para los trabajadores y un fortalecimiento de los servicios públicos «demostrando que a través del diálogo social es posible salir de la crisis más rápidamente que se salió en la crisis anterior».
La ministra sacó pecho de los avances del Gobierno en materia laboral y social como la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), la reforma de la legislación laboral del PP que ha permitido que «en este momento la mayoría de los contratos sean indefinidos» y haya 20,3 millones de afiliados a la Seguridad Social o la subida de las pensiones. Avances donde, a juicio de María Jesús Montero, ha sido «imprescindible» el papel de la UGT, así como su posición de apoyo ante los decretos de alarma o la puesta en valor de los Ertes.
Pepe Álvarez, por su parte, subrayó que la presencia de Montero en el comité de la federación que aglutina a los sectores con una situación más precarizados y con «cara de mujer» demuestra la «sensibilidad» del Gobierno hacia los trabajadores que están en una situación de «más debilidad y dificultad» y agradeció al Ejecutivo de Pedro Sánchez los «importantes» avances en los últimos años en materia de derechos sociales y laborales.
En este punto, Álvarez se detuvo especialmente en la reforma laboral y el incremento de las pensiones e interpeló al PP, que votó en contra de ambos, si va a asumir estos avances «como ha hecho la inmensa mayoría de la sociedad».
Subida del Salario Mínimo Interprofesional
Además de los elogios, también hubo un hueco para la reivindicación. Fue la que hizo el secretario general de UGT para exigir que el Gobierno «dé un paso adelante» y se suba el SMI hasta los 1.100 euros como plantea el sindicato y que sería «un 5% por debajo de lo que lo va a subir Alemania y un 3% por debajo de lo que lo va a subir Bélgica». En esa línea insistió Antonio Oviedo, secretario general de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo, al reclamar salarios que permitan a los trabajadores no perder poder adquisitivo.
«Estamos encantados de poder escuchar a un sindicato hermano que además ha protagonizado un papel muy destacado durante esta crisis para posibilitar que la precariedad no sea hoy la nota dominante y las mujeres, que somos las más afectadas por las situaciones de precariedad laboral, estemos en mejoras condiciones que estábamos antes de esta pandemia y antes de la guerra de Ucrania y, por tanto, recuperando derechos y no permitiendo que nadie nos arrebate uno solo de los derechos ni a nivel social ni laboral», recalcó María Jesús Montero, quien urgió al Gobierno de coalición de PP y Vox en Castilla y León a responder al requerimiento que el Ejecutivo le hecho en relación con el polémico protocolo de medidas antiaborto, al tiempo que reprochó al presidente del PP Alberto Núñez Feijóo, que no ponga «coto» a lo que está ocurriendo en dicha comunidad y el posible «retroceso» en los derechos de las mujeres.
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