Alberto Garzón desata una nueva polémica al pedir que se reduzca el consumo «excesivo» de carne
La Junta y las entidades agrarias y profesionales cargan contra el ministro de Consumo, que en su día ya irritó a los sectores del jamón, el aceite de oliva y el turismo
Nueva polémica protagonizada por Alberto Garzón. El ministro de Consumo hizo este miércoles unas declaraciones donde pidió a la ciudadanía que cambie sus hábitos alimentarios ... reduciendo el actual consumo «excesivo» de carne, lo que, a su juicio, repercutiría en cuidar la salud individual y del planeta con el ahorro de agua y la disminución de emisiones de gases invernaderos. La Junta y las organizaciones ganaderas y profesionales arremetieron contra las afirmaciones del político malagueño, quien ya en su día irritó al sector del jamón y el aceite de oliva con la entrada en vigor de Nutriscore (el semáforo nutricional) que perjudicaba a estos productos y al turismo cuando sostuvo en sede parlamentaria que España es un país especializado en sectores productores de bajo valor añadido como la hostelería, el turismo, de los que también destacó su precariedad y estacionalidad.
«¿Qué pensaríais si os dijera que el consumo excesivo de carne perjudica nuestra salud individual y nuestro planeta? Estoy preocupado por la salud de nuestros conciudadanos y de nuestro planeta. Sin planeta no tenemos vida, ni salarios ni economía, y nos lo estamos cargando», afirmó en un vídeo publicado este miércoles en Twitter bajo la etiqueta '#MenosCarneMásVida'.
En su intervención de seis minutos, Alberto Garzón expuso que en España se producen 7,6 millones de toneladas anuales de carne que salen del «sacrificio» de 70 millones de animales; expuso que la cantidad máxima recomendada por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y de Nutrición (AESAN) de consumo semanal de carne es de entre 200 y 500 gramos pero el consumo es de un kilo; añadió que la ganadería a nivel mundial representa el 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera; e incidió en que la producción de cada kilo de carne requiere 15.000 litros de agua entre la que beben los animales, la necesaria para producir el pienso, para transportarla y envasarla lo que «contribuye a acabar con las reservas de nuestro planeta».
El 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero proviene de la ganadería, especialmente de las macrogranjas, mientras que para que tengamos 1 kilo de carne de vaca se requieren 15.000 litros de agua.
Alberto Garzón🔻 (@agarzon) July 7, 2021
De ello os hablo en este vídeo:#MenosCarneMásVida pic.twitter.com/wMDOd1GI8J
«El consumo excesivo de carne perjudica nuestra salud y también al planeta. Si somos capaces de reducir nuestra dieta al nivel de consumo moderado recomendado por las autoridades sanitarias podemos reducir hasta el 50% el nivel de emisión de gases de efecto invernadero y hasta un 20% el nivel de muertes prematuras», sostuvo Garzón.
El ministro apeló a la moderación y a cambiar la dieta alimentaria. «Esto no significa que no podamos hacer una barbacoa con la familia de vez en cuando sino que lo hagamos con más moderación, y que seamos capaces de compensar esos días en que nos permitimos comer carne con un consumo en los días siguientes de mayor peso de ensaladas, arroces, legumbres y verduras».
«Una barbaridad»
Las reacciones a las palabras del político malagueño no se hicieron esperar. Desde ASAJA Málaga, su presidente, Baldomero Bellido, las calificó de «una atrocidad y una barbaridad» porque son datos que no se corresponde con el tipo de ganaderías que por ejemplo hay en la provincia. «Está diciendo mentiras porque no sé de donde saca los datos y sus palabras demuestran el alejamiento y el desconocimiento del mundo rural que tienen algunos urbanitas como Alberto Garzón», dijo.
Bellido defendió que la ganadería extensiva, mayoritaria en Málaga, realiza una «importante» labor medioambiental contribuyendo a evitar incendios y añadió: «Es cierto que no hay que abusar del consumo de carne. Eso lo sabe la población y no todos los días como carne. Además una parte de la dieta mediterránea se basa en el consumo de carne».
Desde UPA también criticaron las afirmaciones «de dudoso rigor científico» que el ministro ha «despachado en un tuit, al estilo americano», según dijo el secretario de Ganadería de UPA, Román Santalla, en un vídeo. En la misma línea, el secretario general de la COAG, Miguel Blanco, considera «un grave error» que el ministro «criminalice la producción de carne» en España.
La consejera de Agricultura de la Junta, Carmen Crespo (PP), mostró el rechazo de Andalucía a las palabras del ministro: «Esperamos su rectificación, porque sus declaraciones dañan a miles de ganaderos y menosprecian a una ganadería extensiva y ecológica que forma parte de las grandes dehesas andaluzas».
Mientras que las seis asociaciones interprofesionales del cerdo ibérico, porcino de capa blanca, ovino y caprino, avícola, cunícola y vacuno mostraron en una carta abierta a Garzón su «estupor» ante la campaña «suscrita por usted y el ministerio del que es titular, en la cual difama al conjunto del sector ganadero-cárnico» y calificaron de «preocupante» que un ministro de España «enarbole una serie de afirmaciones erróneas o desenfocadas tratando de crear una confrontación artificial con un sector, el ganadero-cárnico, que cumple un rol social y económico de primera magnitud en nuestro país». En este sentido, entre otras cifras, expusieron que la producción ganadera genera sólo el 7,8% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
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