La Diputación se compromete a que Málaga tenga un estadio con al menos 45.000 localidades

Así se ha aprobado en el pleno ordinario de julio al apoyar el PP y el PSOE la moción presentada por Vox con esta solicitud, mientras que Con Málaga se ha abstenido. En la iniciativa también se acuerda que en caso de que se opte por la remodelación de La Rosaleda se inste al Ayuntamiento de Málaga a garantizar que durante la remodelación el aforo del estadio alternativo sea «el suficiente para que todos los abonados pueda acudir a ver a su equipo jugar».

Asimismo y respecto al nuevo estadio, la institución provincial muestra su compromiso para firmar un convenio con el Ayuntamiento de la capital y la Junta de Andalucía con la nueva incorporación del Málaga CF una vez que acabe la intervención judicial del mismo.

Respecto al futuro nuevo estadio, el presidente de la Diputación, Francisco Salado, ha reiterado que la institución va a colaborar financieramente con el Consistorio y la Junta para lograr el proyecto que sea «más beneficioso» en cuestiones como movilidad y capacidad y que sea fijado «entre todos». «Ahí vamos a estar, sin prisa pero sin pausa», ha afirmado.

Por otro lado, durante la sesión se ha aprobado dejar sin efecto el acuerdo plenario del pasado 27 de mayo donde la Diputación aprobó por unanimidad el convenio con el resto de administraciones públicas para la remodelación de La Rosaleda y que iba a suponer que la institución provincial debería aportar en cinco años 90,5 millones, de ellos 3,8 millones en el presente 2025.

Asimismo, la mayoría absoluta del PP y el voto de los dos diputados de Vox ha tumbado la moción presentada por el PSOE donde se pedía la reprobación de Francisco Salado, del presidente de la Junta, Juanma Moreno, y del alcalde de la capital, Francisco de la Torre, por «el fracaso y el fiasco» del candidatura de Málaga a se sede del Mundial de Fútbol de 2030 y tampoco salió adelante la creación de una comisión informativa de carácter especial con el objetivo de rendir cuentas de forma detallada sobre los gastos realizados, los compromisos adquiridos y, en su caso, las posibles penalizaciones.

Durante el debate, el diputado socialista Antonio Navarro ha acusado a las tres administraciones gobernadas por el PP de «mentir deliberadamente y engañar» a los ciudadanos, mientras que el vicepresidente primero, Cristóbal Ortega, ha defendido que con la renuncia ha habido un ejercicio de «responsabilidad institucional» y se ha aplicado «el sentido común».

En esa línea, Salado ha insistido en que es una decisión «responsable» que se ha tomado defendiendo los intereses de Málaga, del Málaga CF y los malagueños y ha contrapuesto la ayuda que la Diputación ha prestado al club de fútbol con la falta de apoyo del Consejo Superior de Deportes (CSD) a la candidatura de Málaga. «Cuando ha habido grandes proyectos para Málaga, los socialistas y el Gobierno de Pedro Sánchez han estado escondidos y dando la espalda», ha sostenido.

Navarro y Ortega han protagonizado un momento de tensión cuando el diputado socialista ha reprochado al vicepresidente popular que le sacara una foto con la camiseta del Español -equipo del que Navarro es seguidor- y le ha recordado a Ortega que es del Barcelona «equipo de Puigdemont».