Noelia Losada aspira a ser la candidata de Ciudadanos al Ayuntamiento de Málaga en las municipales de 2023

Losada llegó a la política institucional en 2019, como número dos en la lista que presentó entonces Cs. Tras las elecciones, enseguida relevó a Juan Cassá, que iba de uno, como referente y negoció la investidura de De la Torre, necesitado del voto naranja para ser aupado de nuevo. Losada, abogada de profesión, militó en UPyD antes de integrarse en Cs. Motivada, explicó, por dar con una formación política que veía capaz de «dar respuestas a los problemas que no era capaz de resolver el bipartidismo». Encontró petróleo en el partido que entonces aún lideraba Albert Rivera.

Pero ni la estructura de la formación naranja ni las expectativas electorales son las mismas con las que se topó en 2019. Rivera, entonces líder omnipresente, es ya historia de la política española y la marca ha perdido el tirón que llevó a Cs a tener una amplia representación a nivel municipal, con concejales en prácticamente todas las capitales. Ahora es un partido que lucha en cada elección por no desaparecer y está perdiendo el papel bisagra que ostentaba en numerosas instituciones.

Pese a estas circunstancias negativas, Losada no tiene pensado desertar ni buscar cobijo en otros partidos, como podría ser el PP. «Quiero encabezar la lista de Cs y me voy a volver a presentar porque es el proyecto en el que yo creo», reiteró.

Llegado el momento, la candidatura de Losada tendría que ser validada por unas primarias. Algo que no parece un obstáculo dado el recorrido de la concejala en los últimos tres años, con bastante exposición pública y una gestión que cuenta con el respaldo de la militancia local. El camino interno lo tiene expedito.

Pero esta designación es ahora mismo música de futuro. En lo que respecta a la actualidad municipal, Losada abordó en el programa la relación que mantiene con De la Torre. Aunque dejó claro que la coalición cuenta con buena salud, señaló que el alcalde está acostumbrado a gobernar en solitario y que a veces le faltaría cintura para consensuar con su socio de gobierno.

«Yo con el alcalde me llevo fenomenal, nos entendemos para las cosas importantes de la ciudad, pero él nunca ha cogobernado con nadie», dijo y puso como ejemplos de tensiones puntuales la llegada a Málaga de una universidad privada, que en un principio iba a ser sin un concurso público de por medio. «Yo le dije al alcalde que había que hacer ese concurso y que una asignación a dedo para mí era una línea roja que no podía pasar», explicó.

En relación a la crisis que está atravesando Unicaja Banco, Losada, que siempre ha estado muy beligerante con la gestión del presidente de la Fundación Unicaja, Braulio Medel, tampoco se mostró parca de palabras en esta ocasión. Reiteró sus críticas a Medel, señalando que éste había «dirigido la Fundación como si fuera su cortijo» y pidió a los patronos de la Fundación que «voten en pro de los intereses para que Unicaja permanezca en Málaga y no lo que Medel les dice». Cabe recordar que la Fundación Unicaja es la máxima accionista de la entidad bancaria.

También hubo un desacuerdo sobre el Museo Ruso y cómo se debía gestionar esta institución tras la invasión de Vladimir Putin a Ucrania. «Yo creo que para el alcalde era un tema sentimental. El Museo Ruso es un museo muy bueno, eso nadie lo pone en duda. Pero ahora mismo hay un escenario (la invasión) que lo cambia todo», señaló que el futuro a corto plazo de este espacio museístico pasa por albergar fondos propios del Ayuntamiento o materializar algunas de las propuestas que están llegando a Cultura. «No se va a cerrar en ningún momento», garantizó.

Preguntada por cuáles son los proyectos de los que más orgullosa se siente de haber sacado adelante, apuntó a la celebración de los Goya en Málaga y a la llegada de la final de la Copa Davis. Hitos, ambos, que competen a su concejalía pero que a la hora de rentabilizarlos políticamente quedan, a efectos prácticos, en el haber del Ayuntamiento. «Tendremos que comunicar mejor lo que hacemos para que el ciudadano sepa conozca la buena gestión que hace Cs», entonó cierta autocrítica en este aspecto.

Algo que también hizo extensible al escenario regional, donde todas las encuestas auguran una debacle para Cs el próximo 19J. «Hemos demostrado que sabemos gestionar y no se nos puede achacar ningún error. Pero muchas veces no era tanto la gestión como la falta de explicación de quién llevaba a cabo esa gestión», lamentó que en muchas ocasiones el PP habría capitalizado el buen trabajo de los consejeros naranja ante la opinión pública.

Por último, también dejó patente su nula relación, cercana al desprecio, con Juan Cassá, excompañero de partido, y que mantiene un asiento en el Ayuntamiento y en la Diputación. Inquirida sobre Cassá, dijo que desde que se produjo el relevo de poderes en Cs en el Ayuntamiento, «no he vuelto a hablar con él» y que «afortunadamente está desaparecido».