Meteorología prevé una Navidad y un Año Nuevo pasados por agua en Málaga

Conforme a la última información semanal disponible, a partir del próximo lunes y a lo largo de tres semanas se esperan en la provincia precipitaciones por encima de la media histórica. Aunque anteriormente podría haber algún chubasco leve, las primeras descargas de importancia se producirán en torno al 21 y 22 de diciembre, y en este caso el modelo operativo de predicción ya las refleja, con acumulados previstos superiores a los 30 litros por metro cuadrado en la capital, aunque todavía hay poca certeza en cuanto al volumen.

José María Sánchez-Laulhé, director del Centro Meteorológico de Aemet en Málaga, explica que esta situación se debe a la formación de un anticiclón en Groenlandia, que desvía las borrascas más hacia el sur. Es un fenómeno que suele dejar bastante agua en la provincia. «Para que se se den precipitaciones abundantes es necesario que se produzca este bloqueo, para que las borrascas se desplacen más hacia el sur», y añade: «La cantidad es difícil de prever pero en estos escenarios suele llover bastante, si se mantiene la estacionalidad dará precipitaciones durante bastante tiempo, ya que los frentes se desvían hacia nuestras latitudes sobre el Atlántico».

«Tengo la teoría de que aquí lo pasamos mal con la sequía pero al final siempre se acaba compensando», reflexiona el meteorólogo, y compara esta situación con la que se vivió en el año 2010, «que también estábamos muy mal, con una situación muy parecida a la que puede suceder ahora», apunta. «El Centro Europeo está haciendo unos informes semanales que son bastante consistentes con la predicción estacional que hizo para el invierno; es diferente a otros modelos, pero es el que tiene más garantías de acierto».

El episodio que está previsto se prolongará durante un periodo extenso, que durará la Navidad, el final de año y el arranque de enero. Todavía no es posible ver el detalle para las fechas más señaladas, como Nochebuena, Nochevieja ni la Cabalgata de Reyes; esto es, no se puede saber si los días más húmedos coincidirán con estas jornadas festivas, pero en términos globales «se podría producir la situación de lluvias abundantes necesaria para reequilibrar el periodo de sequía del que venimos», afirma, optimista, Sánchez-Laulhé. Lo que se espera es por tanto un carrusel de frentes que irán atravesando la provincia sucesivamente a lo largo de los días.

A nivel general, la Agencia Estatal de Meteorología también advierte de que «para Navidad y Año Nuevo se presentan cambios». De entrada, la semana en curso (13 al 19 de diciembre) se mantiene «más seca de lo normal» en prácticamente todo el país. La siguiente, del 20 al 26 de diciembre, será seca en el extremo norte de la península, «pero aparece una importante señal húmeda en el Atlántico que afecta a las islas Canarias y al suroeste peninsular». Ya del 27 de diciembre al 2 de enero de 2022 «se extiende la señal húmeda por gran parte del país, salvo el norte peninsular, donde es incierto el carácter de las precipitaciones, y queda reducida la señal seca al extremo noroeste europeo».

El experto en la meteorología de la provincia y autor del blog Tormentas y Rayos, José Luis Escudero, también ve buenas perspectivas, conforme al análisis de los últimos datos. «Parece que ahora sí», sentencia, y agrega: «Incluso ya el próximo lunes puede ser que empiece». Según sus cálculos, conforme al citado Modelo Europeo, el primer episodio se extenderá los días 20, 21 y 22; con una tregua entre el 23 y el 24; y el 25 entraría otra borrasca potente. No obstante, con tantos días de distancia es muy posible que las fechas bailen.

Escudero lo define como una «situación en rombo», por la cual el anticiclón se traslada más arriba del Reino Unido, hacia Escandinavia, y las borrascas bajan de latitud y circulan por el Estrecho de Gibraltar y el Golfo de Cádiz. A la vez, pueden entrar por el este masas de aire frío que, en contacto con las masas cálidas, pueden formar también borrascas. «Son las típicas lluvias que pueden solucionar la sequía, vamos a ver qué pasa...»

La situación actual tiene muchas semejanzas, según el experto, a las que tuvieron lugar en 2010 y 2016, que favoreció mucho al embalse de La Viñuela y se llegó a llenar. La presa que abastece a la Axarquía es la que tiene la peor situación: está al 17% de su capacidad, con sólo 28,22 hectómetros cúbicos. Ha recibido en lo que va de año hidrológico 5,90 litros por metro cuadrado, esto es, casi nada.