La Junta ultima el nuevo reglamento de los taxis, que permitirá ofertar precios cerrados como los VTC

En cambio, falta por concretarse otra medida muy demandada por el sector, como es la regulación de los VTC en cuanto a los puntos de gran afluencia de viajeros, tales como el Aeropuerto, la estación de ferrocarril, el Puerto y los hoteles, entre otros. En este sentido, la petición de los taxis, que la Junta está estudiando, es el establecimiento de unos mapas para que la competencia no pueda estar haciendo esperas a menos de 100 metros de uno de estos enclaves de interés turístico o modal.

De momento, las modificaciones que salen hoy a información pública, para recoger alegaciones, incluyen ofrecer el precio cerrado para los servicios previamente contratados a través de una aplicación de móvil, de manera que los usuarios puedan conocer de forma anticipada la tarifa máxima que pagarán al final del trayecto. Asimismo, se plantea como incorporación al reglamento la contratación del servicio por plaza (taxi compartido) en supuestos de gran demanda para abaratar el coste de los trayectos y contribuir a reducir el volumen del tráfico. Otra medida es la obligación de que todos los vehículos vayan provistos de un aparato lector de tarjetas de crédito, algo que ya ocurre con muchos de ellos, pero no en la totalidad.

La consejera de Fomento, Marifrán Carazo, considera que estas medidas que se someten a consulta permitirán incrementar la calidad del servicio de taxi frente a otras alternativas, “como demandan no sólo el sector sino también los propios usuarios”. Además, pone de relieve que son medidas ya consensuadas en las negociaciones que, desde principios del año pasado, se están manteniendo con diferentes asociaciones del taxi para conseguir una clima de convivencia entre este sector y el de las VTC. Fruto de las negociaciones se ha alcanzado un consenso del sector en el 80% de las acciones planteadas, según la Junta.

Además de estas modificaciones, el proyecto de decreto incorpora una serie de variaciones en el reglamento que son fruto de pronunciamientos judiciales. Así, se elimina, por ejemplo, la exigencia de que el vehículo sea conducido por el mismo titular de la licencia, ya que una sentencia judicial considera que esa medida no responde al interés público. Igualmente, se ha quitado la restricción de que el vehículo no supere los dos años de antigüedad en el momento de la concesión inicial de la licencia, por un fallo del Tribunal Supremo. Ahora, se establece un tope máximo de diez años, por razones de seguridad pública y vial.