La Junta licita la depuradora metropolitana con la previsión de que esté lista en 2024
La infraestructura, valorada en 131,5 millones, acabará con los vertidos de aguas residuales al Guadalhorce
La Junta de Andalucía ha sacado a concurso la mayor obra de depuración que queda pendiente en la provincia de Málaga, la planta metropolitana proyectada ... para tratar las aguas residuales de Alhaurín el Grande y Cártama y que también permitirá liberar la estación del polígono Guadalhorce de la capital al recibir los vertidos de Alhaurín de la Torre y de las barriadas malagueñas de Santa Rosalía, Maqueda, Santa Águeda, Castañetas y Campanillas, así como el desarrollo futuro de norte y oeste de la ciudad.
La construcción de este equipamiento tiene un presupuesto de licitación de 131,58 millones de euros: 1,3 millones para la redacción del proyecto de ejecución y 130,2 para las obras, que incluyen la edificación de la depuradora y la creación de las canalizaciones pendientes para agrupar los vertidos. El plazo estimado para la redacción del proyecto es de 6 meses, mientras que los trabajos sobre el terreno hasta su puesta en servicio es de tres años. Teniendo en cuenta que el plazo para la presentación de ofertas permanecerá abierto hasta el 30 de octubre, la adjudicación y formalización del contrato apunta a comienzos de 2021, de forma que en el mejor de los casos la planta que acabará con los vertidos al río Guadalhorce no será una realidad hasta la segunda mitad de 2024.
Bautizada como Málaga Norte, la planta será levantada en suelo de la capital (al norte del aeropuerto) y tendrá capacidad para tratar 70.000 metros cúbicos diarios (el equivalente al caudal que genera una población de 280.000 habitantes). Además, incorporará el sistema terciario para posibilitar la reutilización del caudal reciclado para el riego de zonas verdes o cultivos. Lo que no tendrá línea para el tratamiento de fangos, ya que finalmente se ha optado por que sean transportados hasta la depuradora del polígono Guadalhorce, lo que llevará aparejada la ejecución de mejoras en la desodorización de la planta.
Además de los colectores para agrupar los vertidos de los núcleos poblacionales a los que dará servicio, el proyecto también contempla una conducción de interconexión entre ambas depuradoras con una longitud de 7,3 kilómetros y una capacidad de impulsión de 35.000 metros cúbicos diarios que servirá como elemento de descarga de la planta del Guadalhorce, que también trata las aguas residuales de Torremolinos. Por último, la actuación también incluye las obras de explanación, cimentación y defensa de la depuradora para que queda a una altura suficiente (18 metros sobre el nivel del mar) para no verse afectada por la huella de riesgo de inundación del río Guadalhorce.
Aunque la Junta financiará las obras a través del canon de depuración que se carga en el recibo del agua de todos los andaluces, serán los ayuntamientos afectados (Málaga, Torremolinos, Alhaurín de la Torre, Cártama y Alhaurín el Grande) los encargados de asumir su puesta en marcha y mantenimiento cuando esté operativa, ya sea a través de un ente mancomunado o, como se ha ofrecido el Consistorio de la capital, a través de la empresa municipal de aguas (Emasa) a cambio de cobrarle la pertinente tarifa a los municipios.
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