Investigadores malagueños en China envían un mensaje de apoyo y optimismo: «Juntos, se puede»
A miles de kilómetros de distancia, los sentimientos de cientos de españoles que viven y trabajan en China son encontrados: la alegría por comprobar cómo ... el país en el que viven va saliendo de la crisis sanitaria, pero la preocupación por la situación que se viven en España y la angustia porque sus familiares puedan resultar afectados. Por esto, desde su propia experiencia, investigadores españoles que trabajan en China han querido enviar un mensaje de apoyo y esperanza a España. «Juntos, se puede», afirman, cuando empiezan a relajarse allí las estrictas medidas de confinamiento.
'7 semanas' es el título del vídeo, en el que intervienen once integrantes de la Red de Investigadores China-España. Se trata de José Pastor, Carmen Morcelle, Carlos Navarrete, Gabriel Alfranca, Laura Medina, Borja Garnelo, Juan Ignacio Vilchez, Pedro Laborda y los malagueños Rosa Lozano, Alberto Macho y José Rufián.
Tras seis o siete semanas de confinamiento, de clases suspendidas y prohibición de salir de casa, ahora que han descendido los casos y se relajan las restricciones la sensación es de «este sacrificio ha merecido la pena», llaman a la responsabilidad de los ciudadanos para seguir las normas, sobre todo no salir a la calle, y que es cuestión de unidad superar esta situación.
Rosa Lozano y Alberto Macho llevan más de cinco años en China, en concreto en Shangai, en el Center for Plant Stress Biology, donde dirigen sus propios laboratorios, centrados en proyectos de investigación sobre los mecanismos genéticos de las infecciones en plantas. Ambos son licenciados en Biología por la UMA y doctores en Genética. La tesis de Rosa la dirigió el catedrático Eduardo Rodríguez Bejarano y la de Alberto la también catedrática Carmen Beuzón. En 2015 fueron fichados por el Shanghai Center for Plant Stress Biology para dirigir su propio equipo de investigación, donde siguen desarrollando su trabajo.
Al equipo de Alberto Macho se incorporó en 2017 otro licenciados malagueño, José Rufián, que realizó su tesis doctoral bajo la dirección de Carmen Beuzón y Eduardo Rodríguez. En su tesis trabajó sobre los mecanismos que utilizan las bacterias para infectar las plantas, la línea de trabajo del laboratorio de Alberto Macho en Shangai.
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