El impuesto de circulación llega a costar el doble según el municipio de Málaga

En la práctica, para un vehículo de gama media la diferencia puede llegar a los 71,94 euros anuales. ¿Por qué estas diferencias? Pues porque la Ley Reguladora de las Haciendas Locales otorga a los ayuntamientos cierto margen de maniobra para sacarle mayor o menor partido a este tributo. La norma estatal establece un cuadro de tarifas mínimas que, en el caso de los modelos más comunes como son los coches de hasta 11,99 caballos fiscales y los que oscilan entre los 12 y los 15,99 CV, el importe es de 34,08 y 71,94 euros, respectivamente. A partir de ahí, los alcaldes tienen libertad para incrementar la cuota hasta multiplicarla por dos (68,16 y 143,88 euros). En lo que respecta a la provincia de Málaga, sólo 31 de los 103 municipios tienen el recibo en el mínimo legal. Todos son pueblos pequeños.

En cuanto a los grandes, la mayoría se suben al carro que les permite la ley para acercarse al máximo permitido. Las únicas excepciones entre las localidades más pobladas y con mayor parque móvil son Torremolinos (37,08 y 79,93) y Estepona (37,7 y 79,5). Nada que ver con los 65,8 y los 138,9 euros anuales que por el mismo coche hay que pagar en Málaga capital. En un nivel similar se encuentran Ronda (59,64 y 139,56), Alhaurín de la Torre (64,58 y 136,33), Nerja (58 y 130,9), Benalmádena (61,34 y 129,49), Fuengirola (60,32 y 127,34) y Antequera (53,1 y 127,25). Bajando un escalón más aparecen Marbella (51,4 y 116,25), Vélez (53,57 y 113,09) y Mijas (51,12 y 107,93), según los datos recabados por este periódico a través de la información publicada por el Patronato de Recaudación Provincial, que gestiona el tributo de 96 ayuntamientos, y de las ordenanzas municipales del resto (Málaga, Fuengirola, Benalmádena, Mijas, Vélez, Alhaurín el Grande y Macharaviaya).

Esta disparidad de precios lleva a situaciones como que la recaudación en Alhaurín de la Torre y en Estepona sean similar es (2,5 y 2,6 millones de euros) pese a que en la localidad costera hay 21.000 vehículos más censados (51.679 frente a 30.771). En medio de este aluvión de cifras, llama la atención Cortes de la Frontera, que es el único municipio con el IVTM en el tope legal (68,16 y 143,88 euros) debido a la subida que tuvo que aprobar en 2017 para poder acceder a un fondo de liquidez del Gobierno para reducir su deuda.

Estas diferencias afectan a los residentes y, de forma minoritaria, también son aprovechadas por particulares que han cambiado de domicilio aunque en la documentación del coche mantienen la antigua. Pero donde no pasan desapercibidas es en las empresas con grandes flotas, que encuentran en este sistema una forma fácil de reducir costes domiciliando sus vehículos allí donde les resulte más barato. El único requisito es tener algún inmueble en el pueblo que sirva de domicilio social. De esta forma, todos ganan. Las empresas se ahorran un buen pico en este tributo y los ayuntamientos reciben una considerable inyección económica para mantener sus servicios.

«En un pueblo con pocos ingresos, el impuesto de circulación nos supone una ayuda de tesorería más que importante gracias a una empresa de coches de alquiler», afirma el alcalde de Macharaviaya, Antonio Campos, quien destaca que gracias a esta recaudación 'extra' se pueden permitir «mantener congelados desde hace años todos los impuestos, tasas y precios públicos». En esta localidad axárquica, el IVTM es de 43,01 y 90,79 para los turismos más comunes. En el caso de Montejaque, que sí que lo tiene al mínimo legal, esos 16.000 recibos le reportan al Consistorio 436.000 euros, prácticamente una cuarta parte del presupuesto anual.