El Hospital Regional de Málaga pide precaución a los nadadores: un 8% de las lesiones medulares traumáticas se producen por zambullidas imprudentes
El centro hospitalario pide evitar tirarse de cabeza o lanzarse contra las olas, así como consumir alcohol antes del baño, ya que la bebida provoca una sensación de falsa confianza
El verano es la época ideal para aliviar el calor en la playa, el lago, el río o la piscina, pero también es el periodo ... del año en el que más lesiones medulares traumáticas se producen precisamente por la falta de precaución de muchos nadadores, que se arrojan de cabeza al agua sin comprobar el fondo. Ello desemboca en daños en la zona cervical, lo que causa la temida tetraplejia, es decir, la pérdida de la función motora y sensitiva en las cuatro extremidades (brazos y piernas). El Hospital Regional Universitario de Málaga pide precaución en estas fechas y, sobre todo, evitar tirarse de cabeza, lo que redunda, sin duda, en beneficio de la salud de quienes disfruten estos días de las playas de la provincia. Así, el complejo estima que entre el 5% y el 8% de las lesiones medulares traumáticas se producen, precisamente, por zambullidas estivales en todo tipo de parajes, ya sean de litoral o el interior.
Marta Pajaro es facultativa de Medicina Física y Rehabilitación y responsable de la Atención a los Pacientes con Lesión Medular de la unidad en el Regional y, según explica, «en estas fechas crecen mucho las lesiones medulares traumáticas por zambullidas en zonas de riesgo, una vez que se abre la temporada de baño en playas y ríos. La lesión más frecuente afecta a la columna cervical y es la más grave, porque afecta a brazos y piernas, produciendo la pérdida de fuerza, movilidad y sensibilidad como consecuencia de la tetraplejia».
«Son lesiones con una gran carga personal y social que se pueden prevenir en el 100% de los casos», explica Pájaro, quien destaca que, para evitarlas, hay una serie de recomendaciones que deben seguirse a rajatabla: por ejemplo, se aconseja no bañarse en zonas no permitidas ni en la que se prohíban los deportes acuáticos, evitar las zonas poco profundas y, por supuesto, no lanzarse de cabeza al agua. También se recomienda no lanzarse contra las olas, porque como explica Pajaro, «puede haber bancos de arena o rocas».
Asimismo, la doctora Marta Pajaro destaca la importancia de no tirarse en zonas de escasa visibilidad, así como también pone el acento en evitar las grandes alturas para lanzarse al mar. «No es bueno tampoco confiarse en las aguas conocidas», recalca, para pedir al instante que se evite el alcohol antes y durante el baño, ya que aumenta la sensación de confianza y reclama una vigilancia estricta sobre los menores.
«Suelen ser pacientes jóvenes, varones que están entre los 15 y los 40 años. La lesión medular traumática todos los años crece», precisa la doctora Pajaro.
Ante el hecho consumado de una lesión medular traumática en el mar, la piscina, el lago o el río, o la sospecha de que puede haberse producido, el consejo es sacar a la persona del agua si corre riesgo de ahogarse, es decir, ponerlo a salvo; inmovilizarlo en bloque (cuello y columna) para evitar la lesión más grave, procurando, en todo caso, no moverle ni el cuello ni la cabeza (lo ideal es ponerle un collarín cervical con soporte para el mentón, de forma que pueda apoyar la barbilla), comprobar, una vez a salvo en tierra, su pulso y la respiración, y pedir ayuda y llamar a una ambulancia, evitando llevarlo en coche particular al hospital. La inmovilización, de cualquier forma, se hará con extremo cuidado para no aumentar los potenciales efectos de la lesión.
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