El Guadalhorce, Ronda y Antequera afrontan el verano en una situación de normalidad
La extrema sequía que vive la Axarquía no se repite en las otras comarcas agrícolas de la provincia, donde la situación no es tan dramática, ... de manera que tanto el abastecimiento como los riegos están asegurados para lo que resta del año hidrológico. En el Valle del Guadalhorce, la situación no es alarmante: gracias a los acuerdos en el riego para el ahorro de agua se están cumpliendo los volúmenes propuestos en este año hidrológico, según indica el secretario general de la Asociación Provincial de Regantes de Málaga (Aprema), Juan Antonio Aguilar, entidad que aglutina al 90% de los regantes del Guadalhorce. «Venimos de una situación de alerta de sequía pero que gracias a las lluvias de esta primavera cambió totalmente. Otra de las ventajas que estamos teniendo es que este año no hemos tenido roturas y problemas graves».
Aguilar asegura que los regantes «están cumpliendo y poniendo de su parte», para cumplir con las cantidades de riego establecidas. «Nos quedan los meses fuertes de verano, pero por ahora estamos bien». Asimismo, reclama la necesidad de constituir legalmente las comunidades de regantes para denunciar los malos usos del agua. En cuanto al suministro en hogares, los principales ayuntamientos de la comarca del Guadalhorce no se plantean, de momento, cortes durante el verano, aunque sí llaman a la moderación en el uso y al ahorro de agua para evitar estos problemas.
En el caso de la Serranía de Ronda, no existen en general problemas con el abastecimiento de agua. Algunos municipios, antes de las lluvias caídas esta primavera, lanzaron la voz de alarma ante el bajo nivel que alcanzaron las respectivas captaciones. Estas precipitaciones ayudaron a que se recuperaran. No obstante, son muchos los ayuntamientos que recomiendan hacer un uso responsable y en el caso de Benaoján, su alcaldesa, Soraya García, dijo que se ha subido el recibo para usos no habituales, como el llenado de piscinas, con el fin de concienciar.
Por otro lado, los alcaldes de Genalguacil y Jubrique, Miguel Ángel Herrera y Alberto Benítez, respectivamente, llamaron la atención sobre los daños que sufrieron sus captaciones con el incendio de Sierra Bermeja del año pasado, por lo que ambos municipios se encuentran trabajando en esta problemática, mientras que se están usando otros puntos de abastecimiento que cuentan con menor capacidad.
Por su parte, el municipio agrícola de Antequera espera que el otoño traiga la ansiada agua, ya que viven un verano intenso por el calor tras una primavera que trajo agua, pero no la esperada para colmar las secas tierras. En cuanto al consumo humano, la ciudad se abastece del Nacimiento de la Villa, acuífero que tienen reservas para año y medio si no lloviera más, según informa el teniente de alcalde, Antonio García. El nivel de agua se muestra con la salida de agua al río hasta la semana pasada, quedando ya en su límite máximo y esperando reponerse desde otoño.
García, a pesar del buen nivel de agua, pide cautela por el uso y consumo para no derrochar el bien preciado. Confía en poder seguir teniendo estos niveles y que llueva a partir de septiembre para tener un buen invierno. En cuanto al campo, los agricultores están unidos en comunidades que abastecen agua de los ríos del Guadalhorce y de la Villa, con las limitaciones establecidas para el uso en su sector.
Una cantidad mínima que se supera con el uso de los pozos en sus terrenos que dan agua subterránea y con la esperanza puesta en la mejora de la depuradora para recibir agua de ella. Las aguas de primavera ayudaron a mantener sus cosechas, pero no llegó el agua al subsuelo para corregir la sequía sufrida, por lo que esperan el otoño como estación vital junto al invierno para llenar el paso del agua bajo los campos de la vega antequerana.
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