Flor Carrasco se convierte en la nueva decana de los letrados malagueños

Carrasco ya es también la primera mujer que estará al frente de la junta de gobierno de la institución en sus casi 250 años de historia. Releva así en el cargo a Salvador González, quien, tras cuatro años como decano –en los que ella ha sido la vicedecana de su equipo–, decidió no optar a la reelección tras ser elegido en junio presidente del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE).

La letrada, que suma casi tres décadas de trayectoria profesional en Málaga y ejerce en un despacho propio, vence en las elecciones en las que Gregorio Martínez se presentaba como su vicedecano. Adoración Bello, Diego Peláez, Francisco Fernández, Fernando Toboso, Rosa Bocanegra, Nicolás Gómez-Villares, Luis Fernández, Lucía Alcalá, Miguel Bascones, Sonia Cámara, Santiago Orosa y Rocío Roque también formarán parte de la nueva junta de gobierno.

En estos comicios estaban llamados a votar 6.170 letrados ejercientes y no ejercientes. Carrasco se presentó a los mismos con un programa en el que, como en el caso del resto de aspirantes, ponía entre sus prioridades abordar el conflicto de los letrados mutualistas, señalando que se trata de una cuestión de evidente justicia social. En este sentido, promete trabajar para que se llegue a la creación de una pasarela al RETA y se reconozcan todos los años trabajados en la jubilación.

En cuanto al turno de oficio, la jurista también contaba con propuestas para seguir «dignificando» la labor de los profesionales, lo que, según defiende, pasa por exigir «retribuciones adecuadas y justas», además de reivindicar el abono por parte de la Junta de Andalucía de todas las actuaciones que lleven a cabo los letrados malagueños.

De igual manera, plantea la creación de un departamento administrativo que permita relevar de cargas a los abogados que prestan este servicio y procurar así el cómputo de todas las actuaciones.En lo que respecta a los letrados más jóvenes, Carrasco también incluye entre las medidas a adoptar el impulso de una serie de ayudas para facilitar el inicio en la profesión, como la bonificación de parte de las cuotas durante los diez primeros años de ejercicio, becas, programas de formación, mentorías y espacios de networking.

En el aspecto de las tecnologías, su programa incide en la formación como estrategia para acercar a los letrados a la Inteligencia Artificial y reducir la brecha digital. Otra de sus propuestas es la bonificación de la cuota de ingreso a la Abogacía de Málaga y la congelación de la misma para el resto de colegiados. Además, apuesta por un programa de protección social y laboral que, entre otras medidas, recoge la creación de una bolsa de ayuda a colegiados en especial situación de vulnerabilidad económica.