«Empresa y trabajador tendrán que arrimar el hombro por el mayor empleo posible»
Salvador Pérez, presidente de la patronal Málaga Comercio, considera que reincorporar plantillas tras los ERTES puede ir en contra de las empresas
Preside desde 2014 la principal asociación de comerciantes de la provincia. Salvador Pérez vive el confinamiento bajo la preocupación primero, por el problema general salud ... y, después, por el golpe a su empresa –Perymuz, distribuidor de alimentación y bebidas para la hostelería– sin olvidar la incertidumbre que marcará a los comerciantes en los próximos tiempos. Reclama «reglas claras» en cuanto al tipo de interés para los préstamos avalados por el Estado y llama a la unidad de trabajadores y empresas para «defender el mayor volumen de empleo ante la crisis».
–¿Qué le transmiten los asociados de Málaga Comercio?
–He hablado con diferentes asociaciones en la provincia, y como se puede imaginar, la preocupación es la misma: hay miedo. Fíjese que hace unos días tuvimos una reunión en la CEM y nadie podía pensar esto. Málaga Comercio representa la actividad comercial del 90 por ciento de sectores económicos, desde la tienda tradicional de alimentación a distribución, pasando por polígonos, ferreteros, recambios... Todos queremos continuar. De planteamiento de cierre de negocios no tengo noticias y el objetivo está en las ideas para una reactivación muy complicada. Tenemos la esperanza de luchar y colaborar entre todos. ¿Vamos a tener que trabajar más para ganar menos? Pues sí. Mi objetivo ahora es defender nuestro tejido comercial, como malagueño y como empresario. Aplicando la lógica, es posible que el que haya negocios pequeñitos sin continuidad familiar adelantará cierres, pero serán los menos. Para eso hay que ayudar al sector con préstamos blandos.
–¿Y el empleo?
–Las empresas lo vamos a pasar mal y los trabajadores también. Tenemos que arrimar el hombro para defender el mayor empleo posible. La empresa es necesaria y, sin trabajador, no es nada. Le pido a todo el sector que no hagamos leña del árbol caído y que seamos solidarios para que se pierda el menor número de empleos y de empresas. Y si no se queda atrás ninguna, mucho mejor. Eso también lo tienen que apoyar los gobernantes.
–¿Qué le parece que la empresa acogida a un ERTE tenga que reintegrar a la plantilla a los seis meses del estado de alarma?
–Nuestros gobernantes tendrían que saber que si yo tengo, por ejemplo, 30 trabajadores, y cuando todo esto pase las circunstancias no me permitan sostener a más de 20, no me pueden obligar a tener 30, porque voy al cierre porque no sería viable. Todos tenemos que mirar por la empresa y no vale lo del cien por cien o nada. Mi empresa es lo que es por mis trabajadores. Tengo una plantilla fantástica y unos muy buenos proveedores. Nos hemos acogido a los ERTES porque estoy como todos. Tenemos el plan A que es salir vivos, pero ¿y si el turismo no viene? ¿Qué hacemos sin consumo? Atendíamos hasta ahora a 5.000 puntos de venta desde Nerja a Estepona.
–¿Tiene alguna propuesta respecto al pago de alquileres de locales o de naves de muchos pequeños empresarios?
–Habrá quienes puedan hacer frente a este gasto, otros que tendrán que hablar con los arrendadores. Lo mismo que pasa con el pago a proveedores. Cada caso es individual. Los préstamos para inyectar liquidez son la gran urgencia.
–¿Qué aconsejan a sus socios?
–Que cada cual se apoye en su asesor habitual y en su entidad bancaria, que es la que tiene su histórico como cliente. Lo que le pedimos al Gobierno es que agilice todo. No puede ser que haya tanto dinero y no se tenga claro todavía cómo es el tipo de interés. Esta semana hablaba con varias entidades y no lo tenían nada claro, cosa que en el primer paquete para empresas turística y hoteles sí se fijó en el 1,5%. Para el 'resto', los préstamos ICO se sabe que tienen un tope de 1,5 millones, periodo de cinco años, uno de carencia, cuantía del aval... pero no el interés. No se pueden sacar ayudas al mercado a medias. Si tengo necesidad de préstamo para tener liquidez y el banco se va por las nubes, esto será un caos. Como no lo ajusten bien, esta situación no la levanta nadie. No todas las empresas están en las mismas circunstancias para negociar con su banco. Estamos en una emergencia nacional y es el Gobierno el que tiene que actuar porque hay empresas que no pueden pagar salarios, alquileres, impuestos, seguros sociales... Si la rueda no gira no habrá dinero.
–¿Qué le pide a los ayuntamientos sobre los impuestos locales?
–Aplazarlos, como al resto de administraciones. No que nos perdonen, pero que se pueda pagar en un tiempo equis. El problema ahora es la liquidez. Las grandes empresas tienen más capacidad, pero el pequeño la necesita. Cuando volvamos a la normalidad faltará que el turismo vuelva. Ahora la situación de la ciudad da escalofríos y está claro que cuando esto pase, la gente va a ser más prudente hasta para tomar café o salir a cenar. Si nosotros no empezamos a movernos, a consumir, todos vamos a estar más empobrecidos.
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