Actualización tras la dana

Los embalses de Málaga siguen al alza: saltan la barrera psicológica de los 200 hectómetros cúbicos

Cabe recordar que el año 2024 empezó muy por debajo del umbral de los 100 hectómetros cúbicos, con muchos municipios con restricciones severas y serias preocupaciones por la escasa holgura.

Es una situación de respiro que no debe hacer olvidar a las administraciones las grandes obras pendientes. Las próximas en entrar en servicio serán los pozos del Bajo Guadalhorce y la ampliación y modernización de la desaladora de Marbella. Pero queda mucho camino que andar en aguas regeneradas, con la desaladora de Vélez y la segunda de la Axarquía y, sobre todo, las presas pendientes de Río Grande (Cerro Blanco) y Gibralmedina (Guadiaro).

La comparación con el año pasado por estas fechas, con 97 hm3 antes del paso de Nelson y Gloria, dos borrascas providenciales, es evidente: hace un año se estaba activando un plan para traer agua en barco a la Costa y estaban avanzadas las infraestructuras en el puerto de Málaga, las conversaciones Junta-Gobierno y la operativa en el puerto cartagenero de Escombreras. Lo bueno es que el contexto ahora es favorable: seguirá lloviendo en los próximos días.

En este contexto, el refrán en Málaga bien podría cambiar a 'como agua de marzo', a la vista de los últimos años de evolución. Los 200 hm3 almacenados serían el equivalente al consumo anual de una población de 3 millones de habitantes. Pero esto tiene muchos matices: primero porque solo es suministro urbano y, segundo, porque hay que analizar las cosas por demarcaciones.

En este punto, quien mejor está es la Costa del Sol, entre Torremolinos y Manilva, que ha salido de los niveles peores de sequía (grave y severa) y se encuentra en moderada. De no ser por aspectos técnicos y administrativos del Plan de Sequía, estaría fuera de todo umbral de peligro. Para que la Costa entrara en normalidad consolidada, las reservas tendrían que ser de 42,3 hm3 este mes; 50,4 en abril; 51,3, casi lleno, en mayo; 49,7, en junio; 45,2 en julio; 39,1 en agosto; 32,2 en septiembre; 27,7 en octubre; 29,1 en noviembre; 30,5 en diciembre y 34,3, en enero. Esta variabilidad se debe a la poca capacidad del embalse de La Concepción, si bien este año contará con el refuerzo de 20 hm3 de la desaladora de Marbella y de unos 11 de los pozos de Guadalmansa y Fuengirola.

Málaga y Guadalhorce están claramente en sequía severa. La grave es por debajo de 71,4 hm3 en los tres pantanos de cabecera y Casasola. Ahora estamos en unos holgados 112. Pero para subir a fase moderada hay que superar los 140 (varía mes a mes). Y para salir de la sequía, los 205 (lo mismo, es variable). Queda lejos esa opción. Son dos años de tranquilidad relativa, en todo caso.

En la Axarquía, aunque la reservas triplican a las del año pasado, quedan más de 5 hectómetros cúbicos, que deben ser consolidados además en el tiempo para salir de la fase grave (los otros niveles son impensables ahora, 76,6 y 89,5 respectivamente). Ahora el embalse de la Viñuela supera los 36 hm3, que es un año y medio de consumo urbano en la comarca.

El embalse de La Concepción, camino de los 45 hm3 y seguido ya muy de cerca por el Conde de Guadalhorce, que atesora casi el mismo volumen, son los dos con mayor nivel. Los siete pantanos están a un tercio de su capacidad de llenado, contando con Limonero y Casasola, que, si bien son defensivos, surten en momentos de necesidad extraordinaria.