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Ni el Sábado Santo hay descanso para la política. Con los titulares de las cofradías en sus templos y la ciudad hasta arriba de turistas ... apurando la recta final de las vacaciones, el Partido Popular reunió a sus nuevas generaciones en el parque de Málaga. Jóvenes de edad unos y «de actitud» otros («de tercera generación», bromeaban) acudieron desde toda la provincia para analizar la actualidad política junto al vicesecretario de Coordinación Autonómica, Local y Análisis Electoral del PP, Elías Bendodo. Porque ellos, según apuntó Bendodo, «son las principales víctimas de las políticas de Sánchez».
Bendodo animó a los jóvenes a «levantar la voz» para no permitir «atropellos» como el bloqueo por parte del Gobierno central de las ayudas al transporte público para los menores andaluces de 14 años. El vicesecretario popular calificó de «cacicada» de Pedro Sánchez y de su «ministro chulo» -en referencia a Óscar Puente- la decisión del Ministerio de Transporte de retirar la gratuidad de este servicio en Andalucía, una medida que desde el Gobierno justifican por el incumplimiento de la Junta de la obligación de incluir de manera expresa en todas las comunicaciones que reciben financiación del Estado.
El político malagueño se preguntó si Puente «tendría tanta chulería» de quitar esas ayudas en territorios donde hay partidos que sostienen a Pedro Sánchez en el Gobierno y criticó el «clamoroso silencio» del PSOE andaluz y de María Jesús Montero. «No esperemos nunca de Montero una actitud de defensa de Andalucía (...) Ella como vicepresidenta económica es la que considera que Andalucía es un cajero automático, nos fríe a impuestos y las inversiones van a otros territorios de España», declaró.
Para Bendodo, aunque la Semana Santa esté terminando, el «Vía Crucis y el calvario continúan para el sanchismo». Y no dejó ningún asunto en el tintero. Hizo balance del año que ha pasado desde que el presidente del Gobierno comunicó que se tomaba cinco días de reflexión, «un rollo, una mentira, un paripé, un teatro del absurdo». Un año después, dijo, «a su mujer y a su hermano le acusan de once delitos, se ha quedado sin socios de Gobierno, se ha quedado sin principios y los frentes de corrupción se le multiplican y agravan», enumeró. Puso énfasis en la declaración ante el juez del ministro de Justicia, Félix Bolaños, por la contratación de la secretaria de la mujer de Sánchez, Begoña Gómez. «Dice que no sabía nada, pero a mí me da la impresión de que han dejado caer a la señora del presidente», señaló.
Pero además, pidió a la izquierda no le dé «ni una lección más de feminismo» cuando sus referentes son «Ábalos, Monedero y Errejón». Reivindicó la «libertad» de cada uno de estudiar «donde le dé la gana», en alusión al endurecimiento de los requisitos para la apertura de nuevas universidades privadas. Criticó el «viaje inoportuno e imprudente» de Sánchez a China en plena guerra arancelaria con Estados Unidos. Y avanzó la siguiente «crisis» diplomática: «La guerra a palos entre los miembros del Gobierno, PSOE y Sumar, por el plan de Marruecos para el Sáhara».
Bendodo estuvo respaldado por representantes del partido a nivel provincial, con Jéssica Trujillo, responsable de Nuevas Generaciones de Málaga, y el secretario general del PP malagueño, José Ramón Carmona, al frente. Carmona culpó a Sánchez de la subida del precio de la vivienda por «elegir a los okupas» frente a los propietarios, y advirtió a Óscar Puentes que «ha pinchado en hueso» si cree que no habrá una respuesta a su «provocación» de eliminar las ayudas al transporte público.
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