Los efectos de la Dana para el campo: las lluvias alejan el fantasma de la sequía

En la zona norte de la provincia, se acumularon casi 200 litros por metros cuadrado en 24 horas. Como si de una gran esponja se tratara, el agua se fue absorbiendo para repercutir de manera favorable a los olivos o los campos de cereal. También las hortalizas de invierno como la alcachofa afrontan ahora un horizonte halagüeño. Pero, haciendo bueno el refrán popular que asegura que las alegrías duran poco en la casa del pobre, el contraste llegó con los destrozos que ha provocado la Dana en la zona del Valle del Guadalhorce.

El presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), Baldomero Bellido, aseguró a SUR que «las últimas lluvias están siendo recibidas por los agricultores y los ganaderos de manera extraordinaria». Además de olivar y cultivos, las lluvias garantizan que haya pasto para alimentar al ganado en los próximos meses. La situación, según Bellido, estaba siendo muy crítica. En este sentido, el agua supone un auténtico alivio para el sector.

A pie de obra, en este caso a pie del olivo, se encuentra el presidente de la cooperativa de Campillos, Benito Avilés. El campo, señala, es agradecido. Como ejemplo, las propias aceitunas, que han pasado en menos de 24 horas de estar arrugadas a coger un «buen remate». «Las lluvias han sido muy buenas para el campo. Por la zona de Antequera y Guadalteba, la cosa está muy bien. En Archidona, también. Se ha quitado el arrugado de la aceituna y la tierra ha absorbido muy bien el agua. El color de los olivos y de los ojos ha cambiado. Llevábamos muchos años sin que en octubre lloviera», resume.

No son solo los cultivos que ya están. El cereal es uno de los cultivos más importantes para el balance agrícola de la provincia. El futuro rendimiento cambia por completo si la siembra se realiza en campos bien nutridos y no en superficies duras y agrietadas por la falta de agua. Las lluvias de este martes, resume Bellido, son una inversión a futuro para los próximos meses y suponen también una inyección de optimismo para unos profesionales que llevan años en una espiral negativa.

A pesar de un contexto ahora más favorable, el presidente de Asaja insiste en que no se deben dejar de lado las infraestructuras hidráulicas que necesita la provincia para una mejora estructural de la situación del agua. «Recordamos a la administración que no cese en las infraestructuras que necesitamos para poder conducir el agua y acumular la que necesitamos», repitió.

La parte negativa de este episodio de lluvias, que deja a muchos agricultores con una sonrisa interior, viene por parte de los destrozos que ha dejado la Dana en la zona del Valle del Guadalhorce. En una primera radiografía de los daños, Asaja señala que «se han visto afectadas una gran cantidad de cultivos y numerosas infraestructuras agrarias».

El sector más afectado ha sido el del cítrico. «Según las primeras estimaciones, la riada es la mayor desde la histórica de 1989, registrándose en algunas áreas niveles de agua de hasta tres metros de altura y extensas capas de barro y lodo en parcelas y caminos».

Por parte de la asociación, también se lanzan algunos consejos a los agricultores afectados y recuerdan la importancia de asegurar las parcelas. «A los afectados les recomendamos que procedan a drenar lo antes posible el terreno para procedan a drenar las parcelas lo antes posible para evitar daños mayores en las arboledas y que realicen tratamientos preventivos en los árboles.