«Están destruyendo al campo español, dependemos cada vez más de terceros países»
En las protestas de los agricultores afloran las frustraciones por la entrada de productos extracomunitarios a los que no se les exigen los mismos requisitos sanitarios que en Europa
Cada testimonio es una historia particular. Pero cada testimonio también es el reflejo de unos problemas comunes que atraviesan al campo español y que afectan ... tanto a agricultores como a ganaderos. Las quejas apuntan, sobre todo, a la Unión Europea y a una política agraria con cada vez más requisitos e imposiciones medioambientales. Hay una conclusión a la que llegan todos los asistentes a la manifestación que mantiene, desde este martes a primera mañana, bloqueada el acceso al puerto de Málaga con una gran tractorada: en estas condiciones el trabajo del pequeño y mediano agricultor es inviable.
Una queja que resalta por encima de todas es la competencia desleal que estaría generando la entrada de productos de países de fuera de la Unión Europea. Países como Marruecos, Sudáfrica, Chile o Argentina, por nombrar solo algunos de los expuestos, en los que no existirían las mismas normativas medioambientales que en Europa.
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La sensación de que se está produciendo una clara competencia desleal es compartida por todos los agricultores que se han lanzado este martes, 6 de febrero, en protesta por toda la provincia de Málaga. «Lo que está pasando ahora mismo es que están destruyendo el campo europeo y el campo español para que dependamos de productos de terceros países», lamenta Fernando Jiménez, un agricultor de Torrox. Lleva más de 50 años trabajando el campo. «Hijo y nieto de agricultores», se reafirma. Una situación tan pésima, precisa, no la ha vivido nunca.
Las movilizaciones están produciendo cortes de tráfico e inconvenientes a los ciudadanos. En este sentido, los agricultores piden comprensión por la situación que están viviendo y aseguran que este problema afecta a todo el mundo. «Queremos concienciar a toda la población. Eso no es solo un problema de los agricultores, es un problema de toda la sociedad», resalta Jiménez.
Para él, al igual que para el resto de sus compañeros, lo que está en juego es algo mucho más grande que el beneficio o la rentabilidad de un sector. «Está en peligro nuestra soberanía alimentaria. Aquí nos machacan a normativas y exigencias. Unas exigencias que no le piden a los países de fuera de la Unión Europea. Ellos meten sus productos por debajo del precio de origen y en España estamos trabajando a pérdidas», sentencia este agricultor de Torrox.
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