Decepción en la Costa por la falta de medidas para mejorar el tráfico y las escasas rebajas en la autopista

Se anunciaron algunas bonificaciones, sí, de hasta el 50% a partir de un mínimo de pasos a lo largo de cuatro meses; pero muchísimo menos ambiciosas de lo que se esperaba. Y es que las bonificaciones que en esta primera propuesta se han previsto serán incapaces de seducir a los 10.000 conductores que se estima que circulan a diario por la A-7 (gratuita) en trayectos de largo recorrido (la Intensidad Media Diaria de este eje es de hasta 100.000 vehículos).

Si hubiera una cuota razonable, muchos de ellos podrían pasarse a la vía de peaje, con lo que se aliviaría la saturación; pero con tan poca ayuda como se ha previsto, no es previsible que ocurra.

Para colmo, casi al mismo tiempo se conoció que el millón de euros que el Gobierno pretendía invertir en ayudar a los usuarios recurrentes en Málaga, se convertían en 81 millones en el caso de una autopista de Galicia; por más que aquella sea mucho más extensa, ocupe varias provincias y no haya alternativas públicas (lo que sí ocurre en la Costa).

Este fue un primer jarro de agua fría, que se terminó de congelar en el momento en el que se comprobó que los representantes del Ministerio no traían ninguna propuesta de acciones a corto plazo para paliar la saturación y las caravanas diarias, especialmente en los accesos a los grandes núcleos, tales como la capital y Marbella, desde sus respectivas áreas metropolitanas.

Y es que hay medidas que se pueden poner en marcha casi de manera inmediata, a poco que exista interés y una colaboración entre los ministerios de Transportes e Interior (por parte de la Dirección General de Tráfico). Así se podría hacer, por ejemplo, con los carriles reversibles provisionales y para Bus-VAO (Vehículos de Alta Ocupación).

Sobre la petición de medidas urgentes, sobre todo en la zona Este de la Gran Málaga (petición que lidera el alcalde de Rincón y presidente de la Diputación, Francis Salado), el secretario general de Movilidad Sostenible, Álvaro Fernández Heredia, supeditó esta y otras acciones al resultado de los estudios que el Ministerio ya está llevando a cabo «para aliviar la congestión en la A-7, tanto en la zona occidental como oriental». En esta última, recordó que ya está en marcha un estudio de alternativas tales como carriles reversibles o plataformas reservadas... Pero ninguna a corto plazo.

Así, no extraña que entre los alcaldes de la Costa la decepción haya sido unánime y la postura del Ejecutivo central, duramente contestada. De extremo a extremo del litoral se han sucedido mensajes muy similares. Empezando por Francis Salado, presidente de la Diputación y alcalde de Rincón de la Victoria (que es uno de los municipios más afectados). «No han traído soluciones ni compromisos a corto y medio plazo; y las inversiones que se han planteado son ridículas, no abordan los problemas y vuelven a ser un enorme agravio para nuestra provincia».

«Las propuestas planteadas son absolutamente decepcionantes porque la autopista no se va a convertir en una alternativa real para mejorar la movilidad de los ciudadanos de la Costa del Sol», destaca el alcalde de Estepona, José María García Urbano.

Su homóloga de Fuengirola, Ana Mula, dijo que las medidas son «del todo insuficientes» y que ponen de manifiesto que el Gobierno central «tan sólo pretendía ganar tiempo». «No son conscientes ni sensibles al enorme problema de movilidad que sufrimos en la provincia».

Para Margarita del Cid, regidora de Torremolinos, «la impresión tras la reunión es que se siguen dilatando los tiempos y no responden a una realidad acuciante para Torremolinos y el conjunto del área metropolitana y de la Costa del Sol, que es la mejora de la movilidad».

«Llevamos años denunciando los serios problemas de movilidad que sufre la Costa del Sol y el Gobierno de Pedro Sánchez vuelve a tomarnos el pelo», denuncia Ana Mata, alcaldesa de Mijas. «Una vez más, demuestran que viven de espaldas a nuestras necesidades y, en vez de tomar decisiones a corto plazo, pega una patada hacia delante».

Tan sólo el alcalde de Vélez-Málaga, Jesús Lupiáñez, habló de «una sensación agridulce». Preguntado al término de la reunión el jueves, celebró «el primer paso para que el tren litoral pueda llegar desde Nerja a Málaga», aunque coincidió en criticar unas medidas «escasas y dilatadas en el tiempo» para paliar los graves problemas de movilidad.