El plan para quitar las tuberías de las playas de la Costa del Sol echa a rodar
La Junta contrata el estudio para diseñar la renovación y el retranqueo de los colectores mientras busca colaboración del Estado para acometer una inversión de unos 300 millones
El camino es largo, complejo y costoso, pero parece que por fin empieza a rodar la maquinaria para retirar de las playas de la Costa del Sol las tuberías de saneamiento, estaciones de bombeo y pozos ... de registro que sobresalen de la arena de toda la franja comprendida entre Torremolinos y Manilva. La Junta de Andalucía acaba de adjudicar la redacción del anteproyecto en el que se recogerán todas las actuaciones necesarias para retranquear el colector general, que discurre casi íntegramente por la arena, para reubicarlo bajo las carreteras, paseos marítimos o las pasarelas de la senda litoral. De hecho, la principal complejidad radica en que la mayor parte del litoral occidental está ya urbanizado.
El objetivo es doble: medioambiental y estético. Por un lado, renovar unas infraestructuras que fueron construidas en los años 70 y 80 para recoger todas las aguas residuales que luego son impulsadas hasta las depuradoras, cuyo deterioro tras décadas de servicio y a merced de los temporales da pie a continuas roturas y vertidos. Aunque la sustitución del trazado afectaría a unos 80 kilómetros de la red general (otros 20 están fuera del dominio público), la prioridad es acometer los 23 kilómetros de canalizaciones que están más deterioradas y en «peligro de ruina», como ya alertaba en 2018 Acosol (la empresa pública de aguas dependiente de la Mancomunidad) a través de un informe que sirvió de base para solicitar a la Consejería de Agricultura y Desarrollo Sostenible la redacción del denominado Plan Director de Saneamiento Integral de la Costa del Sol. Además, la intervención supondría el traslado de unos 800 pozos de registro y de la mayor parte del medio centenar de estaciones de bombeo que jalonan el litoral occidental.
Los colectores están deteriorados tras décadas de servicio y a merced de los temporales, dando pie a roturas y vertidos de aguas residuales
Además de la necesaria sustitución, también se pretende aprovechar la ocasión para sacar las conducciones de las playas, borrando así la estampa que ofrecen y cumpliendo la directriz de la Dirección General de Costas de retirarlas del dominio público marítimo-terrestre porque, entre otras cuestiones, su presencia dificulta la regeneración natural de los arenales. En su conjunto, la inversión se estima en unos 300 millones de euros, de ahí que mientras se van sentando las bases de este ambicioso proyecto, también se estén tendiendo hilos para contar con la colaboración del Gobierno central.
En este punto, conviene precisar que aunque la mejora de los colectores del litoral occidental fueron declaradas de interés autonómico en 2010, la renovación del saneamiento integral de la Costa del Sol también es de interés general del Estado desde 2001. En base a ello, la intención de la Administración regional es suscribir un convenio aparándose en el protocolo suscrito en 2017 con el entonces Ministerio de Medio Ambiente (ahora Transición Ecológica) para repartirse la responsabilidad en los trabajos de mejora de la depuración de aguas residuales de la comarca.
El anteproyecto estará en un año
De momento, el primer paso ha sido el encargo del anteproyecto a las consultoras de ingeniería Narval y Prydo, con un presupuesto de 312.809,2 euros y un plazo de ejecución de un año. Este estudio partirá de los informes ya realizados por Acosol y deberá recoger las ubicaciones alternativas en cada zona así como una valoración de las expropiaciones que serían necesarias acometer.
Con este primer documento se hará un diagnóstico más certero sobre los puntos negros a eliminar, determinando el trazado del colector teniendo en cuenta las necesidades impuestas por el crecimiento urbanístico y la afección a otras infraestructuras y servicios existentes.
Además, deberán realizarse las consultas iniciales con todas las administraciones que puedan verse afectadas (Costas, Carreteras, ayuntamientos,…) para que, cuando llegue el momento de su ejecución, cuenten con la autorización de los distintos organismos. Una vez consensuados los trazados, las intervenciones serán sectorizadas para, a partir de ahí, ir impulsando la redacción de los respectivos proyectos constructivos y acometer cada obra de forma individualizada.
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