Sin colegio, sin comida: 19 centros permanecen abiertos en Málaga para alimentar a los más vulnerables
El programa 'escuelas de verano' atiende a 1.196 menores y garantiza que puedan disfrutar de tres comidas diarias
Desde hace dos semanas, los colegios y los institutos están cerrados hasta el inicio del nuevo curso en septiembre. Para muchas familias con pocos recursos ... supone un problema: ¿cómo saciar el hambre de sus hijos? Sin el menú del mediodía en los centros educativos, habría muchos niños y adolescentes que no tendrían garantizada una alimentación básica en Málaga. Si se atiende a las cifras de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, son más de un millar. Gracias al programa 'escuelas de verano' tienen tres comidas diarias garantizadas. Desde esta semana, 19 centros en la provincia permanecen abiertos y ofrecen desayuno, el almuerzo y la merienda. También se realizan actividades pedagógicas y se tutela a los menores.
Este martes se ha escenificado el inicio de estas escuelas de verano con la visita de la delegada territorial, María Dolores Fernández, que ha acudido al CEIP Palma-Palmilla, uno de los centros que están adscritos al programa. Fernández conoce muchos casos de padres que, aunque trabajen, no ingresan lo suficiente como para garantizar a sus hijos una alimentación equilibrada. «Los datos evidencian que la experiencia de pobreza en hogares con niñas y niños tiende a ser más prolongada que en otro tipo de hogares», explicó.
También lo confirman los trabajadores sociales que atienden a las familias con bajos recursos. La pobreza infantil se manifiesta en ocasiones como éstas, cuando una alimentación adecuada no se podría mantener durante el periodo vacacional. Son estos trabajadores sociales, a través de distintas asociaciones que han sido concertadas, las que atienden a los menores. La Asociación Animación Malacitana se encarga de materializar el programa en el CEIP Palma-Palmilla.
Al final, la idea que hay detrás del programa escuelas de verano, que cuenta con una financiación de 800.000 euros de la Junta de Andalucía para la provincia de Málaga, es simple: durante el curso, el comedor escolar también se convierte en garantía de una cobertura alimentaria adecuada. Para que ésta no decaiga en los meses de vacaciones, se mantienen abiertos varios colegios y los niños pueden seguir desayunando y almorzando en los colegios. Para la tarde, reciben un lote compuesto por un sándwich y una pieza de frutar para llevar a casa.
La pobreza ya era una problema y la pandemia no ha hecho más que agrandarlo. «La pandemia ha provocado que se multipliquen las necesidades sociales de un importante número de andaluces, una situación que ha impactado directamente en cuestiones básicas como la alimentación. Nuestro objetivo es legar a un sector de la población muy vulnerable y garantizarle la alimentación en este periodo vacacional», insistió Fernández.
La demanda por tener a los niños bajo esta tutela de la Junta de Andalucía es elevada. Todas las plazas ofrecidas se han cubierto en este 2022. Además de la comida, están tutorizados por pedagogos y voluntarios. No se trata de un programa de refuerzo escolar en sí, pero se trata de estimular a los niños con actividades de todo tipo.
El menú de hoy: crema de calabacín, albóndigas, ensalada y fruta.
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