Baja la tensión entre PP y Ciudadanos en Málaga
De la Torre habla de clima de «normalidad» con sus socios en el Ayuntamiento y Maldonado resta importancia a que Salado dijera sentirse «defraudado» con él
La brecha abierta entre el PP y Ciudadanos en el Ayuntamiento de Málaga y la Diputación –donde ambos son socios de gobierno– no se termina ... de cerrar desde que se abrió el pasado 4 de mayo con la marcha de las filas naranjas de Juan Cassá y con las nuevas responsabilidades asumidas por el concejal y diputado no adscrito en la institución provincial. Los liberales amagaron con romper sus pactos con los populares pero a día de hoy siguen si tomar una decisión que, en gran medida, depende de lo que decida la dirección nacional en coordinación con la provincial y de si el tema se abordará en la comisión de seguimiento del Pacto Antitransfuguismo.
En los últimos días, las aguas volvieron a agitarse después de que Ciudadanos se aliara con la izquierda (PSOE y Adelante Málaga) en la Casona del Parque para declarar «tránsfuga» a Cassá y abordar una reducción de los complementos que recibe por asistencia a plenos y comisiones y tras las declaraciones del presidente de la Diputación, Francisco Salado, en las que dijo sentirse «defraudado» con su vicepresidente primero, Juan Carlos Maldonado, de la formación naranja.
Como sentencia el refrán, después de la tormenta siempre llega la calma y la tensión entre ambos socios ha comenzado a bajar. El alcalde de la capital, Francisco de la Torre, sentenció este jueves que no ve peligrar el acuerdo de gobierno entre el PP y Ciudadanos y que no hay una situación de inestabilidad. «Las relaciones siguen dentro de la normalidad. En esa línea seguimos», afirmó a preguntas de SUR tras participar en un acto junto a Maldonado.
De la Torre se mantuvo en la postura que viene manteniendo desde que se produjo el 'caso Cassá' y así defiende que el político asturiano no es un tránsfuga porque sigue votando en los plenos en la misma línea en que lo venía haciendo cuando estaba en Ciudadanos. Por ello, calificó de «oportunista» la moción presentada la pasada semana en el pleno por el PSOE para declararlo tránsfuga.
El regidor dijo entender que Ciudadanos pueda estar molesto por la decisión de Cassá de abandonar sus filas, pero lo circunscribió a un asunto «interno» del partido naranja que «no afecta a las relaciones con el PP». En este sentido, subrayó que su objetivo es trabajar para dar estabilidad, seguridad jurídica y continuidad a «la línea de progreso de la ciudad de estos años».
Juan Carlos Maldonado no se ha pronunciado en público sobre las últimas declaraciones de Francisco Salado. Este periódico le preguntó ayer a la finalización del acto en que participó en la capital y se limitó a decir que no está molesto por las afirmaciones del presidente de la Diputación y tuvo palabras de reconocimiento y puesta en valor de la figura de Salado.
A la espera de que se produzcan acontecimientos, en los próximos días la Diputación celebrará un pleno extraordinario para abordar el convenio con Clece sobre la ayuda a domicilio. Será el momento de palpar el grado en que se encuentran las relaciones entre el PP y Cs.
Nueva dimisión en Vox
Por otro lado, hay una nueva dimisión en la dirección provincial de Vox. La responsable del área de Juventud, Anabel Ortega, ha presentado por carta la renuncia al cargo, según confirmaron fuentes consultadas, que no detallaron los motivos de su marcha.
Su dimisión se une a las varias producidas en el último año como las de los responsables de Comunicación Enrique Canivell y Sonia Crespo, quien estuviera al frente de redes sociales, David Vasegh o el que fuera tesorero, José Luis Jiménez, entre otros. Todo ello en un clima de división interna, donde el abogado Martín Ortega incluso maniobró para presentar una moción de censura contra el presidente provincial, José Enrique Lara, y mientras el partido espera el calendario para celebrar las primarias en Málaga.
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