La avalancha de miles de despidos temporales amenaza con colapsar los servicios de empleo
A nivel andaluz ya se superan los 700 ERTE registrados, mientras las oficinas del SAE y el SEPE permanecen cerradas al público
Las cifras ya marean y esto no ha hecho más que empezar. En poco más de 24 horas (entre el lunes por la mañana y ... el martes a mediodía), más de 700 expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) habían llegado a los registros de la Junta de Andalucía. En la provincia de Málaga, solamente contando los hoteles que cierran, que son 80, hay 12.000 trabajadores que a lo largo de esta semana van a enfilar la cola del paro. A ellos hay que sumarles los miles de empleados de restaurantes, bares, comercios, negocios de ocio y actividades relacionadas con la educación que se han quedado sin trabajo, sea de forma temporal o definitiva, por culpa de la epidemia de coronavirus.
La subida del paro de este mes de marzo se saldrá de todos los registros históricos. En los próximos días, miles de malagueños van a tener que cumplir el penoso trámite de darse de alta como demandantes de empleo y solicitar la correspondiente prestación. Y esta avalancha de nuevos parados pilla a las oficinas de empleo, tanto del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) como del Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE) en un momento delicado: no pueden atender presencialmente al público y no han tenido tiempo de potenciar los canales telefónico y telemático.
Cuando una persona se queda sin trabajo, tiene primero que inscribirse en el SAE como demandante de empleo y después solicitar la prestación de desempleo ante el SEPE. Anteayer, tanto el SAE como el SEPE avisaban en sendos comunicados de que han tenido que cerrar sus oficinas por motivos evidentes. Y ayer mismo empezaban los problemas para los primeros trabajadores despedidos que intentaban informarse sobre los pasos a seguir. «En el SEPE están colapsados», apuntaba el secretario general de CC OO Málaga, Fernando M. Cubillo.
El problema, añade el sindicalista, no es sólo que la plataforma tecnológica carezca de la capacidad suficiente para atender el volumen de solicitudes que va a acumularse en pocos días. «Es un problema de brecha digital. Sólo está abierto el canal telemático y hay muchos trabajadores que no tienen los conocimientos necesarios para tramitar su solicitud a través de esa vía«, explicaba M. Cubillo.
Este periódico intentó ayer sin éxito trasladar estas cuestiones a la dirección provincial del SEPE. El organismo aseguró a través de una nota el lunes que se compromete a «reforzar la atención telefónica y por medios electrónicos para poder realizar todos los trámites relacionados con las prestaciones por desempleo».
También hay miedo entre el empresariado a que se produzca un atasco en la tramitación de los ERTE motivados por el coronavirus. «La alerta es máxima porque a falta de leer el decreto en el BOE, en los borradores que hemos visto se elimina el silencio administrativo que regía para los ERTE por causa de fuerza mayor y se exige una respuesta de la autoridad laboral para su aprobación. Se marca el plazo de 7 días pero en estas circunstancias creemos que será imposible cumplirlo», explica.
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