Así es la autopista del agua que puede acabar con la sequía en la zona norte de la provincia

Antonio Luque es el presidente de Dcoop, el mayor productor de aceite de oliva a nivel mundial. Una de las cooperativas más importantes y orgullosas del sector. Desde que se levanta por la mañana hasta que se acuesta, vive y respira campo. También es un hombre que siente que, durante mucho tiempo, ha predicado en el desierto.

Ironías de la vida, cuando advertía de que la mayor amenaza para la economía de Málaga iba a ser la falta de agua, los embalses estaban hasta arriba y la sequía de 1995 parecía un recuerdo lejano. Si hay algo que Luque ha aprendido en los últimos años, es que la iniciativa política se parece mucho a un gigante que está durmiendo. Necesita de la urgencia para despertar y empezar a mover cosas.

Es el primer lunes de marzo y hace ya un tiempo desde que la urgencia está aquí. La palabra sequía, a estas alturas, ya va camino de convertirse en una de las más pronunciadas del año. Ahora, cuando todos los días son un gabinete de crisis para dar con soluciones que sirvan para paliar la falta de agua, Luque cree que no hay excusa para impulsar un proyecto que en Dcoop llevan tiempo perfilando. Un proyecto que garantizaría el abastecimiento de una comarca entera, blindaría a la agricultura y serviría para atar a la población rural al terreno y frenar el éxodo a las grandes ciudades. «¿Quién va a decir que no a un proyecto que garantizaría nuestro futuro?», pregunta durante la conversación que mantiene con SUR.

Lo que él llama proyecto, llevado al lenguaje técnico y jurídico, pasa a ser «la constitución de la comunidad de regantes de Dcoop». Una comunidad que está formada por unos 900 agricultores que se agrupan para obtener el excedente de agua que en estos momentos están tirando al mar las depuradoras de Málaga. La constitución de esta comunidad de regantes se acaba de publicar en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA). Según los cálculos de Dcoop, unos 60 hectómetros cúbicos se pierden al año por no existir una infraestructura que pueda canalizar esa agua y llevarla a lugares de la provincia en los que se necesita como el comer. El agua que no se puede aprovechar y se tira corresponde a la depurada por la EDAR Guadalhorce. Una cantidad que aumentaría dentro de cinco años hasta los 66 hectómetros cúbicos, sumando los excedentes de la EDAR Peñón del Cuervo.

La constitución de esta comunidad de regantes es un paso determinante para llevar a la realidad lo que ahora es una ilusión compartida por agricultores y numerosos alcaldes de la zona. Acuñado con el nombre de 'Futuraqua', municipios como Villanueva de Algaidas, Alameda, Villanueva de Tapia o Fuente de Piedra, por poner sólo a algunos, visualizan la supervivencia de sus pueblos. La economía, en esta zona, dependen en más de un 80% de la agricultura.

SUR ha tenido acceso al anteproyecto de esta llamada «autopista del agua». Del mismo se desprende la solución técnica que se propone para bombear el agua excedente por toda la zona norte de la provincia: 120 kilómetros de tuberías que servirían para garantizar el riego de 33.000 hectáreas. La inversión requerida se estima entre 700 y 750 millones de euros. «Técnicamente, es viable», asegura el gerente de Cooperativas Agro-alimentarias, Carlos Cinta, que defiende este proyecto como «solución a los problemas de la sequía para una comarca entera».

Ante la pregunta de cómo bombear el agua, Cinta asegura que está todo estudiado: «La idea es llevar el trazado por la Ribera del Guadalhorce. En un principio, nosotros tiraríamos con una tubería de un metro de diámetro. Pero lo ideal es poner dos, con el fin de que la otra tubería pudiera servir para llevar agua para el consumo humano a toda la parte norte de la provincia. Mientras que esa agua no sea necesaria, utilizaríamos esa segunda tubería de todas maneras. Nos permitiría bombear el agua a menos presión y ahorrar así energía», detalla Cintas.

Preguntado por quién va a financiar un proyecto de esta envergadura, Cintas apunta a las administraciones. «Hay razones más que suficientes. Primero, por el bien social que supone este proyecto. Beneficiaría a nuestros agricultores y su maltrecha economía y ayudaría a recuperar el estado de nuestros acuíferos», prosigue Cintas. Especialmente, se aspira a captar fondos de la Unión Europea (Next Generation).

La infraestructura cuenta con el respaldo de toda la comarca. Lo reflejan las declaraciones de alcaldes de diferente color político consultados por SUR. El de Antequera, Manuel Barón (PP), expresa su apoyo rotundo a este proyecto. «Beneficiaría a la provincia y a toda Andalucía», remarca. El alcalde de Villanueva de Algaidas, Juan Cívico (PSOE), destaca que este proyecto blindaría la economía del municipio. «La agricultura es esencial para nosotros, es el 80%», subraya.

En la misma línea se muestra el regidor de Alameda, Juan Antonio Rodríguez (IU), que incidió a SUR que «este proyecto no entiende color político». Además, hizo hincapié en que el proyecto de Dcoop es «muy bueno desde el punto de vista ecológico, ya que ayuda a recuperar también los acuíferos».