¿Es verdad que ha hecho menos calor en Málaga en julio?

Juan de Dios del Pino, delegado en Andalucía de la Agencia, explica las claves de lo que ha ocurrido en la provincia durante el mes pasado. De entrada, advierte de que este ha sido entre «cálido» y «muy cálido», según se miren las temperaturas máximas y las mínimas.

En el primer caso, el de las diurnas, la anomalía positiva ha sido de +0.6 grados, con una media de 32,5. En cambio, y aquí viene un primer dato que da la razón al sentir generalizado, es que el año pasado fue peor. En 2024 se superó la media histórica por +1 grados, y el mes fue «muy cálido», con 32,9 de media de las máximas. Como conclusión, es cierto que este último julio «por el día ha sido un poco menos caluroso que el pasado». En ello, señala Del Pino, tiene mucho peso el hecho de que ha habido muy pocos episodios de terral.

Sin embargo, esta tónica se ha roto durante las noches. Las mínimas han tenido una anomalía de +1.6 grados (se considera «muy cálido»), con una media de 20,5. Mientras, el año pasado esta fue de +1, y se quedó en 19,9 grados.

En cuanto a la media absoluta (tiene en cuenta las 24 horas) esta ha superado por 1,1 grados el valor histórico y se ha considerado «muy calido», con 26,5 grados. En este caso, prácticamente empata con el año pasado, cuando se superó lo normal por 1 grado.

Como conclusión, el meteorólogo afirma: «Este año ha sido menos caluroso durante el día, pero más caluroso por la noche, aunque a nivel general ha sido un poco más caluroso que el pasado».

En cuanto a las claves que pueden explicar la percepción subjetiva acerca de un inicio del verano más suave, De entrada está el hecho de que, efectivamente, las máximas diurnas han sido un poco más bajas. «De día, la gente tiene razón, pero las noches han sido más cálidas».

A ello, se añade que no ha habido apenas episodios de terral. «Eso es lo que marca la diferencia: aquí no ha habido olas de calor, la Costa del Sol tiene un microclima donde predominan los levantes.

Otra posible clave está en que este año la humedad relativa ha podido ser en general algo más baja, lo que ha dejado menos sensación de «bochorno», la «plasta» que se llama en malagueño, asociada a la nubosidad y a la calima. En este caso, el delegado en Andalucía de Aemet reconoce que no disponen de datos para saber si este año la humedad relativa ha sido mayor o menor, aunque admite que este factor es muy importante para determinar la sensación térmica de los seres humanos.

Si realmente las temperaturas han sido similares, entonces, ¿por qué los malagueños consideran mayoritariamente que julio ha sido más fresco? «No hace menos calor: es tu cuerpo el que se ha adaptado». Es la respuesta que da José Antonio Trujillo, vicepresidente del Colegio de Médicos de Málaga.

«El cuerpo humano tiene una gran capacidad de adaptación al entorno, y el calor no es una excepción. Con el cambio climático, llevamos años expuestos a veranos más largos y extremos. Eso provoca que el organismo active mecanismos de aclimatación: sudamos antes, regulamos mejor la temperatura interna y hasta cambia nuestra percepción térmica», explica el doctor Trujillo.

A esto, se suma un factor psicológico: «Si los últimos veranos han sido especialmente duros, uno con temperaturas 'normales' puede parecernos más llevadero. En resumen, no es que haya hecho menos calor, es que nuestro cuerpo y nuestra mente han empezado a normalizar el calor extremo», sentencia.