El aeropuerto de Málaga empezará la próxima semana los trámites para aumentar su capacidad hasta 36 millones de pasajeros

Esta era, por tanto, la visita más esperada de un miembro del Gobierno central, en un territorio con importantes demandas de obras públicas, donde el aumento demográfico y de la actividad económica está dejando pequeñas casi todas las obras que se hicieron en las décadas anteriores. Prueba de ello es la fuerte expectación que se generó, en un salón del hotel NH de la capital que se quedó pequeño para acoger a los asistentes, entre los que estaban los máximos representantes de todos los sectores institucionales y empresariales.

De entrada, el ministro presentó su propuesta como «una visión, un plan estratégico para Málaga y su provincia», basado en la planificación y en los estudios de necesidades del territorio, «con hitos realistas y con la dotación de inversión necesaria». Al respecto, advirtió de que la situación de partida no es fácil, puesto que «durante décadas en la Costa se impuso un urbanismo desordenado, sin red y sin planificación».

«Muchas de esas decisiones improvisadas pesan sobre la movilidad, el acceso a la vivienda y la conectividad. Y pesa más aún en una provincia como Málaga, donde la población puede crecer hasta un 30% en temporada alta, y donde el 70% de los desplazamientos diarios se siguen haciendo en coche privado».

El primer punto de su intervención fue para la que calificó como «la puerta de entrada de Málaga al resto del mundo»: el aeropuerto de la Costa del Sol. Al respecto, recordó que este cerró 2024 como el año de mayor tráfico de su historia, al batir todos los récords en pasajeros y operaciones, con cerca de 25 millones de viajeros y 175.000 vuelos. Y este año también acaba de hacer el mejor semestre, con casi 12,4 millones pasajeros y más de 87.400 operaciones. «Es el aeropuerto de referencia de Andalucía y el cuarto de la red de Aena, y destaca por tener una gran diversidad de aerolíneas y de destinos internacionales».

«Tenemos margen de crecimiento, sus instalaciones pueden seguir absorbiendo pasajeros hasta 30 millones, gracias a las inversiones que venimos realizando». Al respecto, solo en el periodo 2022-2026 se han invertido más de 100 millones de euros. Pero ante las importantes previsiones de crecimiento «es necesario adelantarse y no reaccionar», dijo. Y por eso Aena ha finalizado ya el estudio funcional del aeropuerto.

Este documento incluye actuaciones clave para casi duplicar la superficie del área terminal, que pasaría de 80.000 m2 a 140.000. El área de filtros de seguridad se incrementará un 112%; el control de pasaportes de Salidas, un 515%; la zona de espera y embarque No Schengen/flexible, un 381%, y la de vuelos Schengen un 126%. También aumentan las superficies comerciales en un 41%.

Mientras, en el campo de vuelo, se construirán nuevas calles de rodaje, que permitirán mejorar la circulación de los aviones, ya que las pistas tienen y tendrán capacidad suficiente. En los exteriores, el estudio plantea la mejora de la urbanización y accesos, un incremento de la capacidad de los aparcamientos y la optimización de sus usos.

Para hacerlo posible, Óscar Puente anunció una inversión de 1.500 millones de euros para la ampliación de estas instalaciones, con lo que se podrá aumentar su capacidad hasta los 36 millones de pasajeros, así como mejorar su experiencia de viaje. A su juicio, esta infraestructura tiene capacidad de crecimiento sin consumir más suelo: «Vamos a duplicar instalaciones y el margen de crecimiento es muy grande sin plantearnos operaciones complejas desde el punto de vista medioambiental y de la movilidad», añadió, en referencia a la posibilidad de estudiar un segundo aeródromo.

Y es que, aunque el umbral de crecimiento parezca poco ambicioso (de 30 a 36 millones de pasajeros), fuentes técnicas aclararon a SUR que lo más importante del proyecto de ampliación de Aena es el aumento de la capacidad para absorber el tráfico en horas y días puntas en los distintos subsistemas aeroportuarios. Y es que la capacidad máxima la fija el elemento más restrictivo, por lo que el aumento de la capacidad de los subsistemas más restrictivos (como son los mostradores de facturación, los filtros de seguridad, el número de puertas de embarque, etc) es lo que incrementa la capacidad total de la infraestructura. Por tanto, en la propuesta hay capacidad para crecer en las horas y días punta, por encima del escenario previo y sin necesidad de construir nuevos edificios, sino con actuaciones en los subsistemas críticos.

«Y para todo ello, empezamos ya a trabajar», sentenció el ministro, para poner de relieve que estas obras se van a incluir en el plan Dora III (2027-2031). «Aena trabaja para autorizar la licitación de la asistencia técnica para la redacción de los proyectos en su consejo de administración del próximo martes (29 de julio)», anunció. De este modo, se espera que la redacción de los proyectos de la ampliación podrá comenzar el próximo año (2026). «Estoy convencido de que esta ampliación es un reto técnico y, a la vez, la oportunidad de consolidar a Málaga como nodo internacional».