Airbus A321 XLR: el avión que hará posible multiplicar los vuelos desde Málaga a América

La aeronave ofrecerá un ahorro del 20% de combustible por cada pasajero, y puede transportar a unas 220 personas, según los datos de Airbus. Es por ello que será el modelo perfecto para enlazar con ciudades medias que hoy por hoy no tienen una demanda suficiente para cubrir rutas con los aviones más grandes. Y es ahí donde la conurbación de la Costa del Sol tiene mucho que ganar. El nuevo modelo del fabricante europeo, elaborado conjuntamente en factorías de España, Francia, Alemania e Inglaterra, tiene ya más de 450 pedidos en firme por parte de las principales aerolíneas, que han visto claras las oportunidades que se abren para interconectar los aeropuertos del mundo, y no sólo los de las grandes capitales.

Una de las tendencias de futuro en la aeronáutica es que las distancias largas, con saltos entre continentes (especialmente entre Europa y América) se haga también desde las ciudades de tipo medio, con es la Costa del Sol en su conjunto, con más de 1,5 millones de habitantes; gracias a la disponibilidad de aeronaves más pequeñas. De manera que se ajuste al máximo la demanda y la oferta (con menor gasto de combustible y máxima autonomía). Los aviones transcontinentales que hay ahora (como el A380) tienen capacidad para 350 a 550 pasajeros, algo que sólo tiene sentido para las megaurbes mundiales.

«Málaga y la Costa del Sol son un destino mundial que tiene en el aeropuerto su principal activo, y tiene que serlo en las rutas intercontinentales», afirma Antonio Gómez-Guillamón, consejero delegado de Aertec Solutions, una compañía internacional especializada en tecnología aeroespacial con sede en el PTA. A su juicio, este modelo es ideal para destinos que no son grandes urbes, de media densidad, porque tiene un coste de operación interesante para las compañías aéreas. «Es un avión muy eficiente, ideal para una ciudad media como esta, que es un destino turístico interesante pero no de gran volumen para los destinos lejanos», y añade: «Se abre un segmento de mercado que no existe para el desarrollo de nuevas rutas de larga distancia, es un avión muy atractivo para Málaga».

A su juicio, la clave es conectar con Estados Unidos. «Es a lo que tenemos que aspirar, a volar directamente a Nueva York, Miami y Chicago; Málaga tiene que pelear por recuperar la ruta directa con Estados Unidos (actualmente suspendida), y que sea todo el año». El segundo pilar es seguir consolidando la conexión con Oriente Medio, «donde todavía hay margen para crecer más», y con el 'hub' de Estambul, que es muy valioso para la Costa del Sol. «Tenemos que trabajar en el desarrollo de rutas con mercados boyantes, ser proactivos para conseguir que las compañías aéreas vean que Málaga tiene una demanda suficiente».

«Estamos ante un nuevo ciclo de la aeronáutica a nivel mundial; hoy vemos como normal que haya conexiones a 140 ciudades, cuando hace 30 años esto era impensable», añade otro experto del mundo de las infraestructuras, que llama la atención sobre la extensión de este tipo de operaciones de larga distancia a aeródromos más pequeños, que es donde el Aeropuerto de Málaga tiene muchas bazas para crecer. «Igual que hace 30 años se crearon las condiciones para que hubiera vuelos directos desde Málaga a casi todas las ciudades de Europa, ahora se abre la posibilidad de que haya vuelos directos no solo a Nueva York sino a Boston, a Miami, a Chicago, a Bogotá o a Río de Janeiro».

Otro elemento a tener en cuenta es la posibilidad de que las terminales malagueñas se coloquen como la referencia intercontinental para las ciudades del norte de África, con las que ya existen buenas conexiones a Nador, Tánger y Casablanca. «Málaga será el punto de enlace para los viajeros de estas ciudades con destino, por ejemplo, a Estados Unidos, como un 'hub' de segundo orden».

Por tanto, se abren, a medio plazo, unas posibilidades extraordinarias de tener vuelos directos a ciudades en América y Asia, para un turismo internacional y para fomentar los negocios, sin necesidad de llenar los aviones de gran envergadura que cubren actualmente ese tipo de distancias. «El aeropuerto es el elemento clave para que Málaga siga creciendo como destino para vivir y para el teletrabajo, y aviones como este abren grandes posibilidades para reforzar la posición de la Costa del Sol en el mundo».