Cuando además hay corazón y alma
Gracias al esfuerzo de muchos profesionales de Carlos Haya, 'Isaac', de 5 años, vio cumplido su deseo de bañarse en el mar antes de 'viajar' a los Horizontes Infinitos
Tenía solo cinco años, pero su coraje era inmenso. Durante tres largos años, Isaac -nombre ficticio, no el suyo- libró su batalla contra la ... leucemia en el Hospital Materno Infantil de Málaga. Su vida se fue desarrollando entre batas blancas, sondas, medicamentos, quimioterapia y esperanzas renovadas cada mañana. Fue un guerrero de sonrisa luminosa, de esos niños que, a pesar del dolor, encuentran la forma de regalar ternura a quienes los rodean.
Los médicos, enfermeros y voluntarios del hospital lo vieron crecer entre pasillos, entre juegos interrumpidos por las pruebas, entre abrazos apretados de sus padres y dibujos colgados en su habitación. Luchó con todas sus fuerzas. La ciencia puso todo de su parte. Pero a veces la enfermedad es más fuerte que cualquier esfuerzo. Hace solo unos días, Isaac nos dejó...
Sin embargo, antes de partir, tuvo tiempo de cumplir su sueño: conocer el mar, bañarse en el mar. No era un deseo más, era su gran ilusión. Verlo, tocarlo, sentirlo. Gracias a la colaboración de los sanitarios, su familia y una asociación local, pudo abandonar por unas horas el hospital. Llegó en camilla a la orilla, débil pero feliz. Y allí, envuelto en el cariño de todos, se fue acercando al agua, y cumplió su deseo...
El Mediterráneo lo abrazó con delicadeza. Las olas jugaron con sus pies. Sus ojos, cansados pero aún brillantes, se llenaron de azul. Disfrutó. Y en ese instante, todo el sufrimiento pareció evaporarse. Fue un momento eterno, un instante de paz, una despedida sin palabras. Isaac no ganó la batalla médica, pero dejó una lección imperecedera: la importancia de cumplir los sueños, por pequeños que parezcan, y el poder del amor y la humanidad. Un grupo numeroso de personas lo ayudó en cumplir el que sería uno de sus últimos deseos. Coordinados por Juan Antonio Torres, jefe del Servicio de Atención Ciudadana de Carlos Haya, tan desconocido como eficaz, con la ayuda del propio director del HRUM (Hospital Regional Universitario de Málaga), José Antonio Ortega, con la máxima colaboración de la concejala Teresa Porras, que siempre para casos así está dispuesta, Isaac (repito, nombre ficticio) logró su objetivo. Días después, ya como ángel, el pequeño voló a los Horizontes Infinitos. La lucha de Isaac y su sonrisa vivirán siempre en la memoria del Materno y de todos los que aprendieron del pequeño el verdadero significado de la esperanza. Y es que un hospital no sólo debe ser (que lo es ante todo) un lugar para curar a las personas, sino tener corazón y alma, como en este caso. Enhorabuena al HRUM.
Con un salón de actos del Rectorado de la UMA lleno, y la presencia de importantes autoridades, entre otras el alcalde, Francisco de la Torre, el rector, Teodomiro López, el Jefe del Estado Mayor del Ejército, Amador Enseñat y Berea, y el presidente de Fundación Unicaja, José Manuel Domínguez, tuvo lugar la clausura del curso de verano 'Ejército y Sociedad', que ha reunido a un importante número de altos cargos de las Fuerzas Armadas españolas, que ha tenido en Francisco Fernández Verni y Álvaro Mendiola, dos activos y entusiastas codirectores, logrando que sea la reunión más importante de cuantas se celebran en España de este tema. 'Las FFAA españolas y el nuevo orden mundial' fue el título de este curso, que ha analizado durante dos días la nueva situación estratégica militar del mundo. Ponencias importantes, comprometidas y un claro ejemplo de la interacción militar con una sociedad que cada vez más se siente identificada con el Ejército patrio. La ministra de Defensa, Margarita Robles, no pudo llegar para presidir el acto de clausura, como era su deseo, pero para demostrar su compromiso con el mismo, estuvo presente en la entrega de los premios Ortega Munilla de Periodismo, celebrada en la Comandancia de Marina, que han recaído en el periodista Quico Chirino, director de Ideal, y la profesora de la Universidad de Sevilla, María Fidalgo, quienes recibieron 5.000 euros cada uno, cuantía del premio patrocinado por Fundación Unicaja, quien lleva cinco años siendo patrocinador de esta convocatoria, una de las más importantes de nuestro país. Los accésit fueron para Emilio Domínguez, Juan Díaz, y Francisco I. Gómez . La ministra, en su discurso, celebró el éxito del certamen, su satisfacción por el desarrollo del curso y su agradecimiento a organizadores y patrocinadores. «De La Legión», dijo, «he aprendido muchos valores, entre ellos su compromiso y entrega para con la sociedad a la que sirve», al referirse a que la convocatoria de estos premios la hace la Asociación Nacional de Legionarios de Honor José Ortega Munilla, que lleva a cabo una magnífica labor de asistencia social y de divulgación de las labores castrenses. «La Legión y el Periodismo comparten muchos valores, como el honor, la verdad y la disciplina», dijo Margarita Robles, quien agregó que «siempre que pueda, asistiré a este curso, que ha alcanzado ya la tercera edición, que este año no he podido clausurar, y también a la entrega de los premios Ortega Munilla. Hacéis mucho y bueno para ayudar a los que lo necesitan, y eso merece el apoyo del Ministerio de Defensa», dijo Robles, a la vez que elogió a la Universidad de Málaga y a la Fundación Unicaja por los cursos y por los premios de Periodismo, que ya ha convocado su VI edición. La ministra acompañó a José Manuel Domínguez y a Sergio Corral, quienes recibieron la máxima distinción de la Asociación de Legionarios de Honor, que les fueron entregadas por el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y por el rector, Teodomiro López, quienes hicieron público su agradecimiento y renovaron su compromiso, tanto con el curso, «sin duda el más importante de España», como con el premio. «Ver la masiva respuesta de alumnos matriculados, la importancia de las ponencias y el prestigio de los docentes, no nos deja lugar a ninguna duda».
Fue una gran jornada, para todos, con unos más que felices 'debutantes' este año al frente de la Fundación de la UMA, Eugenio Luque y Macarena Parrado, y unos codirectores (Verni y Mendiola) que respiraron tranquilos tras un duro trabajo, porque reunir a la pléyade de ponentes no está al alcance de muchos. Y la gratitud de estos Horizontes por el Premio Ad Honorem.
La ilusión existe, siempre, tengas cinco años, como Isaac, o más de 80, da igual... Los deseos están para cumplirse. Y si alguien no puede, se le ayuda. Disfrutemos de Málaga. Cuidemos lo que tenemos. Y para Isaac, un beso al cielo...
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