Un conductor ebrio recorre 16 kilómetros en sentido contrario y causa un accidente en Málaga

Sucedió durante la madrugada del sábado al domingo, sólo unas horas después de que un conductor kamikaze estrellara su automóvil a toda velocidad contra una barricada de coches patrulla de la Guardia Civil en Guadix (Granada) tras recorrer a contravía los 40 kilómetros de la A-92 que la separan de la localidad almeriense de Abla.

El segundo caso ocurrió en la carretera A-357, también conocida como Eje del Guadalhorce, que comunica Málaga con Campillos y que sólo en el tramo entre la capital y Cártama a la altura de la gasolinera de Río Grande dispone de dos carriles por sentido y tiene consideración de autovía.

Llamadas de alerta

Sobre las dos de la madrugada, los servicios de emergencias comenzaron a recibir llamadas de usuarios que habían tenido que esquivar a un conductor que circulaba en sentido Campillos por la calzada que va hacia Málaga capital. Según las primeras investigaciones, se habría incorporado a la autovía por la salida de Campanillas.

El Centro Operativo de Servicios (COS) de la Guardia Civil movilizó a los agentes del subsector de Tráfico y a las patrullas rurales de los términos municipales por donde discurre la carretera del Guadalhorce, que se iban guiando por las llamadas de los usuarios que se cruzaban con él. La mayoría logró esquivarlo, pero uno de ellos sufrió un accidente al hacerlo. Al parecer, el conductor dio un volantazo para apartarse de su trayectoria y se estrelló contra la barrera metálica (bionda). Resultó herido leve como consecuencia del siniestro.

Hasta ese momento, los guardias no tenían claro si se enfrentaban a un conductor kamikaze o a alguien que, por el motivo que fuese, se había desorientado. Lo que sí sabían era que circulaba al volante de un Seat Córdoba y que, tras recorrer todo el tramo de autovía, a la altura de Río Grande, continuó en dirección a Álora.

Una patrulla del área de Seguridad Ciudadana de la Benemérita fue la que lo interceptó. El conductor, español y treintañero, viajaba solo en el coche. Los agentes de Tráfico se encargaron de realizarle la prueba de alcoholemia. Según las fuentes consultadas, triplicó el máximo permitido, cuyo límite genérico es de 0,25 miligramos por litro de aire espirado. Los investigadores creen que se metió en la calzada en sentido contrario por un despiste provocado posiblemente por su estado de embriaguez.