Las filtraciones desde Unicaja abortaron una investigación recién nacida
La entidad dio el chivatazoa Luis Pineda y la Policía Nacional tuvo que frenar una entrega de dinero controlada
Melchor Sáiz-Pardo
Miércoles, 20 de abril 2016, 00:13
El sentimiento en la UDEF después de la 'operación Nelson' es agridulce. Los agentes han conseguido meter entre rejas a los dos principales cabecillas de ... la trama, Luis Pineda y Miguel Bernard, pero las pruebas contra ellos, aunque sólidas, no son ni mucho menos tan numerosas y contundentes como hubieran deseado.
Las filtraciones de esta poco más que incipiente investigación solo se judicializó el noviembre pasado precipitaron las detenciones y pusieron fin a unos pinchazos telefónicos que hasta entonces eran muy jugosos.
El principal problema, según palabras textuales del juez Santiago Pedraz, fue que «alguien de Unicaja» el 17 de marzo de este año avisó a Pineda de que estaba en el punto de mira de la UDEF, algo que se despredende de los propios pinchazos. Solo días antes, el 25 de febrero, el Grupo II de Fraude Financiero había remitido un correo electrónico a la asesoría jurídica de la entidad pidiendo información de los investigados. Después de que un «representante de la Asesoría» de Unicaja recibiera confirmación del mandamiento «las llamadas y los contactos entre Pineda y el secretario (de Unicaja, Ángel Fernández Noriega) pasaron a ser inexistentes», según Pedraz.
El chivatazo de Unicaja no fue el único. El juez Pedraz y la Fiscalía investigan también las filtraciones del caso a los medios de comunicación, que terminaron por desbaratar una operación para atrapar con las manos en la masa a Pineda y Bernard.
La UDEF había preparado una entrega contralada de 1,5 millones de euros de los tres que reclamaba la trama a la defensa de la infanta Cristina para abandonar la acusación popular. La Policía, incluso, ya tenía cerrados los detalles del operativo y solo faltaban algunos flecos para conseguir el dinero que se iba a usar como señuelo. Pero finalmente todo se fue al traste por las continuas filtraciones de que el caso Nóos estaba en el epicentro de la investigación.
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