La Audiencia de Málaga tarda ya más de un año y medio en resolver los divorcios y la custodia de hijos
Piden magistrados de refuerzo para terminar con la bolsa de más de 5.000 asuntos pendientes que arrastran las tres salas civiles
Montse Martín
Lunes, 18 de enero 2016, 17:22
La incorporación el año pasado de tres nuevos magistrados (uno de ellos en comisión de servicios) a las salas civiles de la Audiencia Provincial de ... Málaga no ha conseguido, de momento, rebajar los tiempos de respuesta para obtener sentencia a los miles de recursos que anualmente se presentan en este órgano territorial que revisa las resoluciones de los juzgados. Los pleitos de familia, aquellos que afectan a las separaciones y divorcios, con cuestiones tan sensibles como las pensiones alimenticias, la guarda y custodia y régimen de visitas de hijos, acumulan ya más de un año y medio de espera. O lo que es lo mismo: los recursos que se presentan ahora en la Audiencia de Málaga contra las sentencias dictadas por los distintos juzgados de familia de la capital y los del resto de la provincia se están fijando para el otoño de 2017. Y eso que estos casos tienen prioridad sobre otros, como las reclamaciones de cantidad, los desahucios, las cláusulas suelo o las resoluciones de contratos, por poner otros ejemplos de pleitos que se dirimen también en la jurisdicción civil. Para la resolución de estos últimos asuntos, que tienen la consideración de ordinarios, la espera es aún mayor. Las tres salas civiles de la Audiencia de Málaga han inaugurado ya el calendario de 2018, lo que quiere decir que los recursos sobre estas materias que no tendrán sentencia hasta dentro de dos años, como mínimo.
La razón de esta larga espera hay que buscarla en «la gran cantidad de casos nuevos que recibe anualmente cada una de las tres salas civiles de la Audiencia, unos 1.200 asuntos», según explica su presidente, Antonio Alcalá, lo que provoca un atasco que 15 jueces no pueden aliviar. «Con la incorporación el año pasado de los tres nuevos magistrados (uno de ellos en mayo) se ha logrado contener la bolsa de asuntos pendientes, 1.700 de media en cada una de las salas, y evitar que no siga creciendo, pero para reducirla necesitamos un equipo de jueces de refuerzo», precisa.
«La situación de Málaga es especial, por su alto índice de litigiosidad, y no es comparable con cualquier otra capital de provincia, salvo con Alicante», añade Alcalá, quien comprende la «desesperación» de muchas personas» cuando comprueban que su caso va a tardar dos años en resolverse y en ese sentido reconoce que «la justicia tardía no es justicia».
Sin embargo, Antonio Alcalá advierte de que «la gente desconoce la problemática que tenemos. Tardamos más en resolver por esa gran bolsa de casos pendientes que arrastramos. Tenemos que ir con una especial sensibilidad a la hora de incoar los asuntos, viendo aquellos que tienen más urgencia, como por ejemplo, en los casos de guarda y custodia de hijos». No obstante, recuerda, que la presentación de los recursos en materia de familia ante la Audiencia de Málaga «no paralizan las ejecuciones de las sentencias que hayan dictado los juzgados».
Ese colchón de casos pendientes, más de 5.000, «podría reducirse a la mitad en un año si dispusiéramos de un equipo de tres magistrados de refuerzo por cada sala civil».
La pendencia (el número de asuntos pendientes de resolución) en las tres salas civiles de la Audiencia Provincial de Málaga comenzó a dispararse el año 2012, cuando se produjo la gran avalancha tras el anuncio de la imposición de tasas judiciales impuesta por el entonces ministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón, una ley hoy derogada para las personas físicas, que se mantiene, sin embargo, para los pleitos afectan a las empresas. Los retrasos comenzaron entonces a crecer hasta llegar a la situación actual. La incorporación el año pasado de tres nuevos magistrado ha logrado frenar que el tiempo de espera y evitado que ese colchón siga creciendo, pero resulta «insuficiente», en opinión de Alcalá, para conseguir reducirlo.
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