Málaga recibe al 'Yas', uno de los megayates más famosos del mundo

El 'Yas' tal como se conoce hoy en día es en realidad la segunda vida de otro navío. Bautizado como 'Swift141' durante su reconstrucción, el 'Yas' se basa en el casco de una antigua fragata; 'Piet Hein', una fragata de clase 'Kortenaer' de la Marina Real de los Países Bajos. Se botó en 1978 y años más tarde se vendió a la Marina de los Emiratos Árabes Unidos, donde operaba con el nombre de 'Al Emirat'. Esta práctica no es tan rara, ya que de hecho una segunda fragata de la misma clase está experimentando una conversión similar; la 'Abraham Crijnssen', rebautizada como 'Abu Dhabi'.

Una de las principales características del 'Yas' es su tamaño, solo comparable al lujo. Cuenta con 141 metros de eslora, piscina y helipuerto. Su interior está diseñado por los diseñadores franceses House Pierrejean Vision Design Studio.

Este yate es capaz de transportar hasta 60 invitados y 56 tripulantes. Sus instalaciones incluyen salón de belleza y ascensor, además de estar construido con casco de acero y «superestructura compuesta» (especifican los expertos). Impulsado por dos motores diésel, navega cómodamente a 23 nudos, al tiempo que alcanza una velocidad máxima de 26 nudos con un alcance de hasta 5758 millas náuticas.

La llegada de barcos como el 'Yas' se debe a que hace unas semanas que se inauguró en el antiguo muelle 1 y parte del 2 la marina de megayates de Málaga, una dársena con capacidad para 31 amarres para embarcaciones de lujo, de hasta 180 metros de eslora, y tras una inversión de unos diez millones de euros.

La gran novedad que aporta la marina de Málaga es la posibilidad de suministrar electricidad desde tierra, de manera que los barcos puedan apagar sus máquinas mientras estén amarrados y dejar así de consumir combustible y de emitir gases contaminantes.

Para ello, desde su apertura dispone de un suministro provisional, aportado por la Autoridad Portuaria, de 1.500 kilovatios; mientras que la conexión definitiva está pendiente de los últimos flecos administrativos.

Por tanto, según el calendario actual, en septiembre tendrá su acometida definitiva de 2.000 amperios de potencia, lo que permitirá que casi todos los barcos amarrados puedan estar conectados en simultáneo a la red eléctrica.

Precisamente, esa será la época en la que se verá el mayor movimiento, cuando comiencen a llegar los yate de mayores dimensiones para las invernadas, un periodo de invierno que supondrá la máxima afluencia de tripulaciones y, con ello, la mayor actividad económica en la ciudad derivada de esta actividad turística de lujo.