El uso constante de pantallas en niños amenaza su capacidad para atender
La Fundación Unicaja y el Colegio Oficial de Médicos de Málaga organizan unas jornadas sobre 'Salud digital infantil y adolescente: una mirada médica multidisciplinar'
Más del 90% de los adolescentes de menos 15 años acceden con frecuencia a pantallas de móviles o tabletas digitales, asegura el psiquiatra Andrés Foltalba, ... y ello ocurre pese a las consecuencias que estos dispositivos tienen en el desarrollo de niños y adolescentes, aunque también entre los adultos. Ello afecta, entre otros muchos aspectos, a su capacidad para atender de forma sostenida en clase, por ejemplo, con las consecuencias que de ello se derivan.
Andrés Foltalba y otros expertos como la neurorradióloga María Vidal Denis, presidenta de la Asociación Educación Digital Responsable, se han dado cita este jueves en la jornada para médicos 'Salud digital infantil y adolescente: una mirada médica multidisciplinar', impulsada por la Fundación Unicaja y el Colegio de Médicos de Málaga, un foro enmarcado en la iniciativa 'Pantallas saludables' con el que se da una propuesta estructurada, transversal y con proyección comunitaria cuyo objetivo es generar un cambio sostenido en los hábitos digitales de la población joven. El evento se ha celebrado en la institución colegial.
Aislamiento y bajo rendimiento académico: el impacto negativo de las pantallas en jóvenes y adultos
«Hay consecuencias en el desarrollo de los niños, adolescentes y adultos: sedentarismo, falta de actividad física, falta de sueño y problemas de visión y también sobre la salud mental, porque el aislamiento lleva a la ansiedad y a la depresión. Hay un impacto en el desarrollo académicos, sacan peores notas, también en la edad adulta: existe un peor funcionamiento laboral e interpersonal», reflexiona Foltalba, coordinador de 'Pantallas Saludables' por parte del Colegio de Médicos.
«Las cifras son cada vez más alarmantes, hay un uso indiscriminado de pantallas, lo usan por su cuenta, sin supervisión. No se trata de demonizar las pantallas, sino de usarlas con equilibrio», recalca, para señalar que se pretende proteger el desarrollo mental de los menores y dar herramientas a las familias. «Las pantallas no son enemigas, pero un uso abusivo altera el sueño y la vida emocional de los niños», reflexiona.
Investigaciones
La doctora María Vidal asegura que diversas investigaciones demuestran que en las resonancias se ven cambios en el cerebro de niños y jóvenes por la exposición prolongada a las pantallas. «Disminuye el grosor de determinadas cortezas cerebrales, sobre todo las relacionadas con el tema del control ejecutivo, de la planificación de tareas, de ser autoconsciente de nosotros mismos, del control de impulsos, todas esas zonas. Y, además, todas esas zonas especialmente relacionadas con las áreas de la visión, el mantener la atención sostenida», señala, para añadir al tiempo: «Lo segundo es que disminuye la robustez de los tractos de sustancia blanca también en determinadas áreas, básicamente en las mismas. Y, por último, con la resonancia magnética funcional se ve cómo las redes funcionales cerebrales normales que tenemos todos, tienen una peor especialización en los niños adolescentes que usan más pantallas que los que la usan menos».
Santiago Ramón y Cajal, asegura, decía que cualquier ser humano puede moldear, si quiere, su propio cerebro. «La maduración del cerebro, desde que nacemos hasta que nos morimos, fundamentalmente donde más tenemos posibilidad de cambiarlo es en los primeros 25 años: y lo vamos cambiando para hacerlo mejor en lo que le estamos dando. O sea, en lo que lo estamos estimulando. Si tú eres una persona que eres capaz de, a base de tu esfuerzo, de concentrarse en una tarea, serás muy bueno en eso porque tu cerebro se especializará en eso», recalca, por lo que si lo «estás entrenando en estímulos cortos, vibrantes, llamativos y bidimensionales, pues ahí es donde será buena y ahí es donde se moverá con facilidad. Y en la vida, que al final es 3D, es lenta, pues ahí se moverá peor».
El uso de pantallas como calmante infantil puede generar problemas difíciles de revertir, alerta María Vidal
María Vidal es muy clara con las advertencias que realiza para los progenitores: «Igual que no le dan una cervecita a un niño que está muy nervioso para se tranquilice, darle una pantalla para que se niño se tranquilice y desaparezca puede tener consecuencias que después les va a costar mucho darle la vuelta».
«Cero pantallas hasta los seis años»
«Si no te hace gracia que tu hijo solo a los 12 años ya tenga un teléfono propio, pues no se lo des. Y probablemente si todos los padres hicieran eso, o todos los padres que más o menos piensan así hiciéramos eso, pues no sería un niño en la clase el que no lo tiene. Probablemente serían cinco o seis y esos cinco o seis llevaría a revertir un poco esa tendencia social que tenemos ahora de pensar que es normal que a los 12 años tengas un dispositivo en tu teléfono con acceso a todo», precisa la doctora Vidal Denis.
Llama la atención sobre la necesidad de seguir los consejos de los pediatras: «Si el pediatra dice que cero pantallas hasta los seis años, una hora al día entre los seis y los siete y dos horas al día de los trece a los dieciséis, pues nos lo tenemos que tomar en serio».
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