Urbanismo saca a concurso la semipeatonalización de la calle Carretería por cinco millones de euros

El proyecto para fomentar el carácter peatonal del eje de las calles Carretería y Álamos (vía que no incluye el expediente licitado y que será objeto de otro procedimiento de contratación) está financiado en un 80% con fondos europeos del plan Edusi. Esta inyección de dinero de Bruselas implica que las últimas certificaciones de estas obras deben emitirse antes de que expire el año 2022, por lo que ya van justas de tiempo, ya que el trámite de adjudicación y contratación de un proyecto de este tipo suele demorarse varios meses por lo prolijo del análisis de las numerosas ofertas que recibe por parte de las constructoras.

Además, la Consejería de Cultura ha supeditado la realización de esta obra a que se lleven a cabo sondeos arqueológicos porque es una zona especialmente sensible al discurrir en paralelo al trazado de la antigua muralla medieval de la ciudad, que se deja ver en varios puntos a raíz de varias intervenciones realizadas en los últimos años. Este cerco está declarado como bien de interés cultural.

Urbanismo ya ha realizado una primera etapa de sondeos mediante un georradar contratado con expertos del Instituto Andaluz de Geofísica de la Universidad de Granada. Según ha podido conocer este periódico, en las próximas semanas se conocerán los resultados de esa primera prospección, que ha se ha ejecutado tanto en la calle Carretería como en la calle Álamos. No obstante, según explicó meses atrás el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, el Ayuntamiento ha llegado a un acuerdo con la Junta para que los técnicos autonómicos de arqueología informen por separado de cada uno de los tramos en los que está dividida la intervención, a medida que se vayan despejando las incógnitas sobre los posibles hallazgos arqueológicos que se descubran en cada uno de ellos.

La obra de la calle Carretería se llevará a cabo en cuatro fases o etapas diferenciadas: una primera desde el pasillo de Santa Isabel hasta la calle Postigo de Arance, una segunda desde Postigo de Arance hasta la calle Marqués de Valdecañas, una tercera desde esta vía hasta el bordillo oeste de las calles Ollerías y Tejón y Rodríguez, y una cuarta desde este punto hasta la confluencia con la calle Álamos.

El proyecto prevé la instalación de un punto de control con cámaras en el acceso desde el pasillo de Santa Isabel para que los vehículos particulares no autorizados no entren hacia Carretería, en la que el tráfico quedará limitado a 20 kilómetros por hora. La reducción de la calzada a un solo carril supone disminuir el espacio para los vehículos en un 21%, de forma que se ganarán aceras de entre 1,6 y 1,8 metros de anchura como mínimo.

En el expediente se menciona expresamente que esta ampliación de las zonas peatonales no implicará la concesión de nuevos permisos de terrazas para locales de hostelería, cuestión que preocupó especialmente a los vecinos durante el proceso de participación para definir este proyecto. «Se ha definido el espacio de posible ocupación, de superficie similar en los locales de hostelería con espacio para mesas autorizado actualmente: como su nombre indica, corresponde a los locales con autorizaciones ya existentes. No se prevé ninguna otra ocupación en todo el ámbito del presente proyecto», señala el documento que ha salido a licitación.

Esta obra implicará la remodelación de la Tribuna de los Pobres que, tras un primer intento de Urbanismo por modificar su planta, mantendrá su trazado circular, si bien se ampliará el descansillo central y se reformarán los peldaños para ajustarlos a las normativas actuales en materia de accesibilidad. Además, se recuperará el diseño original de los maceteros, de cuatro en cuatro, y se colocará un ascensor pegado al muro de la rampa de la Aurora.