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Polémica urbanística en pleno paseo marítimo de El Palo. La Gerencia Municipal de Urbanismo ha abierto expediente de infracción por la demolición de un edificio ... cuyos propietarios únicamente tenían licencia de obras para reformarlo. Se trata del inmueble que se encontraba en el número 55 de la calle Playa del Chanquete, y que tenía continuidad hacia el número 290 de la avenida de Salvador Allende, trasera que también ha sido derribada por completo.
Los propietarios de estas fincas son los empresarios del restaurante Narval, ubicado también en el paseo marítimo, que abrieron en este edificio un local de copas (Fandy Beach) que finalmente cerraron. Según la documentación oficial a la que ha tenido acceso SUR, en septiembre de 2023, Urbanismo otorgó la licencia de obras para «la reforma de edificación existente para destinarla a edificio de vivienda y local comercial sin actividad definida», para lo que los empresarios recabaron en junio de ese año el permiso de la delegación de Medio Ambiente de la Junta, ya que se trata de unas parcelas afectadas por el dominio público marítimo-terrestre, cuestión que no ha terminado de resolver Costas y que ha sido motivo de constantes protestas de los vecinos de la zona.
Sin embargo, en Urbanismo «no consta licencia ni declaración responsable para la demolición» que se ha llevado a cabo en este enclave del paseo de El Palo. Por ello, en abril del año pasado, este organismo del Ayuntamiento abrió un expediente de infracción a la promotora y, al mismo tiempo, la Junta retiró la autorización otorgada «tras constatar que las obras ejecutadas no se ajustaban a lo autorizado ya que se había procedido a la demolición de la edificación».
Urbanismo ordenó el 2 de abril del año pasado que se pararan las obras, si bien el derribo ya está completado, y esa resolución fue recurrida por los propietarios de las parcelas, recurso que fue desestimado por el Consistorio en el mes de mayo. Desde la Gerencia han informado de que la orden de paralización de las obras sigue vigente y que «aún queda proceso administrativo» en este expediente de infracción urbanística.
El pasado mes de noviembre, tras el aviso de vecinos de la zona, el grupo municipal Con Málaga pidió al equipo de gobierno municipal explicaciones sobre estos derribos, a lo que Urbanismo respondió con el relato del expediente de infracción abierto. Para la portavoz de este grupo, Toni Morillas, «este nuevo caso confirma el intenso proceso de especulación y turistificación al que se está sometiendo a las zonas más cercanas a las playas de El Palo, eliminando las casas tradicionales de esta colonia popular para levantar en muchos casos edificios de apartamentos o de pisos turísticos».
En este caso, la empresa promotora de las obras se denomina Apartamentos El Chanquete S.L. y está a nombre de María del Carmen Belmonte Galo, miembro de la familia de los dueños del restaurante Narval. No obstante, según ha asegurado a SUR su hermano Marcos Belmonte, pese a la denominación de la promotora, «nuestra intención no ha sido construir un edificio de apartamentos turísticos, sino un restaurante». Cuestionado por este periódico respecto a la demolición, ha explicado que en el proyecto que se presentó a Urbanismo, elaborado por Francisco Sarabia, anterior decano del Colegio de Arquitectos, estaba previsto el derribo. Con todo, no ha sabido aclarar por qué eso se recogía en un documento en el que se pedía una «reforma». Tampoco Sarabia ha clarificado esa cuestión al ser preguntado al respecto.
«Pediremos explicaciones de este caso de especulación e irregularidades urbanísticas en la próxima comisión plenaria de Urbanismo, ya que se desoyó durante meses las denuncias respecto a este asunto de residentes en la zona», ha apuntado Toni Morillas. «Queremos que se asuman responsabilidades y que se pida disculpas a los vecinos y vecinas por no atender antes sus denuncias», ha añadido.
Por su parte, los empresarios del restaurante Narval, que el pasado mes de octubre fueron noticia por no cobrar una paella a unos clientes después de que estos se percataran del error en la factura, que no la incluía, y mostraran su intención de abonarla, aseguran que el proyecto «no está parado totalmente». Asimismo, esperan que «se aclare todo» para poder construir un nuevo restaurante que se sume a los negocios de hostelería que ya gestionan en esta zona del litoral este de la capital.
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