Ultimo pleno de año en Málaga con poco espíritu navideño ni debate constructivo

Si después de las últimas sesiones plenarias quedaba alguna duda, el pleno de esta mañana no ha hecho más que confirmar la deriva del debate hacia la guerra de competencias, el reproche a uno y otro lado de la bancada como un calco de la política nacional y el pedir consenso -eso sí- pero con el de enfrente dando el primer paso.

Al menos el pleno quedó tan concentrado que al filo de las doce y media de la mañana, cuando se cerraba la sesión, al alcalde, Francisco de la Torre, le quedaron ganas de decir que «es tan buena hora que tenemos tiempo hasta de hacer otro pleno». Pero con el que acababa de celebrarse había habido bastante. En el orden del día, una miscelánea con el Covid impregnándolo todo pero con la suficiente variedad como para evitar los terrenos comunes: inmigración (PP), recuperación econonómica y presupuestos (PSOE), gestión del CAC Málaga (Adelante Málaga) y programa de vacunación (Cs).

Sí hubo unanimidad (con enmiendas) en la primera de ellas, con la petición de los populares de una mayor coordinación entre las administraciones para atender a los inmigrantes que llegan a España y al hilo del traslado de un grupo de 175 personas a Málaga tras los sucesos de Canarias. «Así evitaremos bulos y noticias falsas que no ayudan a la atención de los que emigran», avisaba la edil responsable, Ruth Sarabia, durante la exposición de la moción. Quedó sobre la mesa el reproche de que el Gobierno de España no había avisado el Ayuntamiento de Málaga de ese traslado -«cosa que nunca había ocurrido», confirmaba Sarabia- y la petición de la diminisión del ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, por parte de la portavoz de Cs, Noelia Losada. También la acusación de la oposición, ejercida por la socialista Rosa del Mar Rodríguez y por el edil de Adelante Málaga Nicolás Sguiglia, de que vincular «inmigración y coronavirus es racista y xenófobo». Y eso a cuenta, dijo Sguiglia, del apoyo de «grupos de ultraderecha como Vox a muchos de sus gobiernos». «Su intervención está fuera de tono, me ha decepcionado. La verdad es que esperaba mucho más de usted», le dijo el no adscrito Juan Cassá en su única intervención de la sesión.

En la segunda de las discusiones se repitieron los reproches, con la diferencia de que las enmiendas que propusieron los populares no se aceptaron por parte del portavoz del PSOE, Daniel Pérez, a quien el alcalde, Francisco de la Torre, advirtió que «tendrá que explicar a los malagueños por qué no ha sido capaz de sacar adelante su moción en estas circunstancias que vivimos«. La moción, en esencia, trataba de escenificar la »mano tendida« de los socialistas al equipo de gobierno para impulsar un plan de reactivación económica en la ciudad y para planificar los presupuestos de 2021. Pero el edil popular Francisco Pomares la llevó, al menos durante unos tensos minutos, al terreno personal: »La Navidad es un momento de paz y alegría, así que aún está a tiempo de pedirnos perdón a Teresa Porras y a mí«, le decía a Pérez a cuenta del caso 'Villas del Arenal'. »Tenemos razones para estar felices y vivir la Navidad a pesar de usted«, añadía Pomares. El revuelo de la bancada socialista no tardó en hacerse patente, con un indignado Daniel Pérez insistiendo en no tener »que pedir perdón porque quien les imputó los delitos fue la Fiscalía, Cassá también fue a los tribunales y ahí lo tiene sentado a su lado«. Y con mensaje al alcalde: »Ha soltado ahí a Pomares para decir mentiras«, zanjaba tras escuchar del concejal popular las medidas que a juicio del equipo de gobierno se han tomado en Málaga para combatir la pandemia. Esa misma reflexión se la echaba en cara De la Torre a Pérez -«le doy tiempo extra de debate, pero no para que mienta», le dijo- cuando escuchó de su boca que había sido un «inacapaz» en la gestión de la pandemia.

«Ustedes vienen aquí con la mano tendida pero no han aceptado ni una de las enmiendas a los Presupuestos Generales del Estado en el Senado. Cuando están en el poder es el rodillo, rodillo, rodillo...», observaba en su turno el edil de Economía, Carlos Conde, cuando Pérez insistió en la necesidad de llegar a acuerdos en materia de presupuestos municipales «porque tal y como están las cosas no los tendremos hasta febrero y no entrarán en vigor hasta mayo». Pero con las enmiendas rechazadas por parte de los socialistas, el texto no salió adelante.

Tampoco lo hizo el de Adelante Málaga, que con el voto de calidad del alcalde en contra de la moción -lo llegó a ejercer dos veces para romper el empate- no pudo conseguir que se ponga en marcha una investigación para aclarar los términos en la gestión del CAC Málaga. El debate en este caso lo elevaron el propio Sguiglia y la edil socialista Lorena Doña: el primero acusando a su exdirector, Fernando Francés, de «tener en su casa de Sevilla un cuadro que su autora había cedido para la colección permanente« y la segunda sugiriendo que la adjudicación a la empresa de Francés había sido »a dedo«. En ambos casos, tanto Gema del Corral (antigua edil de Cultura) como Noelia Losada (la actual, de Cs), insistieron en que esas acusaciones no eran asuntos de pleno »sino de otros lugares«, en referencia a los juzgados. »Creo que se ha metido usted en un jardín que no es el correcto, usted verá«, le dijo Del Corral a Sguiglia.

El último debate, el de Cs en torno a la petición de un calendario para las vacunaciones del Covid, también se saldó con el reproche de competencias: «Todo lo que pide usted ya se está haciendo; no sé si ha presentado esta moción por ignorancia o por mala fe. A lo mejor es que confunde la vacuna de la gripe con la del coronavirus«, le dijo a Losada la socialista María del Carmen Martín con el enfado de la edil naranja: »Puede usted ahorrarse esas gracias«, respondió en su turno. Pero las gracias no habían terminado, porque a Paqui Macías (Adelante Málaga) le preocupa que se confíe en un delegado de Salud (Carlos Bautista) »que puede explicar la vacunación jugando con una galleta«. De plazos y planes, en resumen, nada. De espíritu navideño, tampoco.