Estas son las tres especies de mosquitos peligrosos que serán vigiladas en el puerto de Málaga

El trabajo científico está promovido por la Dirección General de Salud Pública, del Ministerio de Sanidad. Parte de un contexto en el que el Covid-19 dio un vuelco a los miedos y estrategias en torno a las pandemias mundiales y a la propagación de enfermedades en un contexto global. Básicamente, se trata de tener vigilados a los mosquitos de las especies aedes albopyctus o mosquito tigre y aedes aegypti. También hay que vigilar a los tipos culex, los autóctonos, que aun no siendo invasores pueden propagar enfermedades y forman parte de la estrategia nacional. «Son un subgénero con varias especies, el pipiens es el más común. Son los clásicos que zumban en el oído y no dejan dormir por las noches. También pueden transmitir enfermedades, como el virus del Nilo Occidental», explica a SUR Raimundo Real, catedrático de Zoología de la Universidad de Málaga.

El pliego de condiciones que servirá de base al concurso público da algunas claves: «Los vectores con capacidad de transmitir enfermedades víricas al hombre están apareciendo en zonas del mundo hasta hace poco tiempo libres de ellos, debido a la confluencia de factores como el aumento de las temperaturas medias, el creciente comercio internacional y cambios en los ecosistemas relacionados con el incremento de áreas residenciales periurbanas [...] Por otro lado, el constante crecimiento en el movimiento de personas a nivel mundial ha favorecido el aumento del número de casos importados de enfermedades de este tipo en países sin casos autóctonos».

El texto alerta de que las enfermedades infecciosas transmitidas por vectores están alcanzando unas dimensiones inéditas. Nuevos mosquitos han colonizado países muy alejados, lo que ha dado origen a enfermedades infecciosas tropicales en países completamente ajenos.

En este marco, el Plan Nacional de Prevención, Vigilancia y Control de las Enfermedades Transmitidas por Vectores, aprobado el 27 de abril de 2023, ha priorizado las enfermedades transmitidas por mosquitos de los géneros aedes y culex por considerarlos las amenazas más relevantes en España.

El mosquito tigre fue detectado por primera vez en España en 2004 en Cataluña. Puede propagar el dengue, la fiebre amarilla o Chikungunya y Zika. Y es muy importante hacer muestreos durante todos los meses del año.

El establecimiento de aedes aegypti en la Isla de Madeira, y la rápida extensión de este mosquito en amplias zonas del mundo, hacen necesaria la vigilancia de este vector, especialmente en Canarias por razones obvias. Esta vigilancia se inició en el año 2013 de forma conjunta por esta Comunidad y el Ministerio de Sanidad. Desde entonces se ha detectado el mosquito en diferentes ocasiones de forma puntual en Fuerteventura (2017), La Palma (2022), Tenerife (2022 y 2023) y Gran canaria (2023).

La detección precoz ha sido crucial para poder evitar el establecimiento de esta especie gracias a la rápida puesta en marcha de medidas de control pero es necesario no bajar la guardia. Pican de día por lo que tienen fácil alimento y se implantan con muy poca agua. «No tenemos constancia de la presencia de este mosquito en Málaga, pero podría llegar. Hay varias formas. Por ejemplo, con adultos que sobrevivan a la travesía dentro de un contenedor en el que haya plantas y tengan néctar o con huevos resistentes...», indica.

Está considerado como la especie de mayor repercusión para la transmisión de enfermedades infecciosas en las personas (dengue, Zika, la fiebre amarilla o el Chikungunya...)

El objeto del contrato es la vigilancia de especies de mosquitos vectores invasores en puertos y aeropuertos, la colaboración para la detección de posibles patógenos emergentes en los mismos, el estudio de la dinámica de las poblaciones de mosquitos invasores y el análisis y seguimiento de la resistencia de los mismos a los biocidas. Concretamente, los trabajos se realizarán en aeropuertos civiles de Madrid Barajas, Barcelona, Palma de Mallorca y Zaragoza, los aeropuertos militares de Torrejón de Ardoz y y Zaragoza y los puertos de Valencia, Barcelona, Palma de Mallorca, Málaga y Algeciras. En los puertos seleccionados, la vigilancia se realizará, si es posible, en las zonas de descarga de contenedores y materiales y en zonas periféricas.

Para el estudio del ciclo anual del mosquito tigre se seleccionarán varias localidades en zonas en las que se encuentre asentado y se cita expresamente la posibilidad de realizar este análisis en municipios andaluces. «El tigre está muy implantado, en toda la franja litoral y urbana fundamentalmente», explica el catedrático, que resalta que, además de la transmisión de enfermedades, resultan muy molestos porque vuelan bajo, producen un zumbido más bajo, suelen picar por debajo de las rodillas y pueden actuar de día, especialmente al amanecer y anochecer. «Las golondrinas, vencejos y aviones comunes son grandes insectívoros que hay por Málaga, pero vuelan alto. A este mosquito, no lo pillan. Con los culex, sí son muy eficientes. Los únicos insectívoros que podrían controlar a los tigres son las currucas, papamoscas o mosquiteros, pero los gatos ferales en entornos urbanos mantienen a estos pájaros lejos ya que, por su instinto cazador, los matan. Pasa lo mismo con las salamanquesas y lagartijas. El predominio de los gatos está desestructurando el ecosistema», apunta.

Como curiosidad, el catedrático comenta que los mosquitos cuando pican de noche lo hacen atraídos por el CO2 que emitimos al dormir. Y sólo pican las hembras antes de poner huevos. El resto del alimento es néctar.

«Es bueno que se haga una estrategia general para su control y vigilancia. No se pueden exterminar de manera masiva por métodos químicos. Esas fórmulas sirven para bajar la población, pero, si eliminamos a los más débiles y quedan los que por motivos genéticos o del tipo que sea resisten, toda la siguiente generación se volverá resistente», detalla.

Entre los tratamientos, hay muchos, químicos, biológicos, con feromonas, con el citado CO2 (que los atrae)... «También se está trabajando con machos infértiles para saturar las poblaciones. Las hembras creen haber sido fecundadas y dejan los huevos improductivos. Es una solución experimental», concluye.