La torre del Puerto de Málaga bajará la altura y cambiará su diseño inicial

La modificación del proyecto arquitectónico viene inicialmente motivada por una cuestión técnica. Y es que, tal y como informó SUR en diciembre, la Autoridad Portuaria, en el documento aportado a la Gerencia de Urbanismo para solicitar el uso turístico en parte del solar, incluye nuevas directrices sobre la ubicación del edificio, que se tendrá que separar unos 40 metros con respecto al rompeolas. Este cambio, ya aceptado por Urbanismo, traerá consigo una nueva distribución de la parcela, y como consecuencia, habrá que introducir modificaciones en la planta del inmueble respecto a las coordenadas previstas inicialmente.

Esta variación se justifica desde el ente portuario porque un edificio de esta tipología, por su altura y por el hecho de que podría albergar hasta dos plantas de sótanos para aparcamientos, requiere de una cimentación mediante pantallas, igual que la de los túneles del metro. Para ello, es necesario dejar un espacio de seguridad con respecto al cajón del dique. Los cimientos tendrán que descender hasta la cota menos 45 metros para anclarse al lecho marino.

Esa modificación, que es de obligado cumplimiento, traerá consigo una reducción de la huella, y por lo tanto afectará a varios parámetros edificatorios del inmueble original, según varias voces consultadas. Todo ello se tendrá que adecuar a las directrices por las cuáles se otorgó la concesión provisional al grupo inversor catarí, que contempla que la zona destinada al centro de convenciones y los usos comerciales y hosteleros sólo podrá ocupar como máximo el 50 por ciento del solar; mientras que la torre lo hará en un 10 por ciento. La superficie construida del inmueble tendrá un tope cercano a los 43.000 metros cuadrados.

Pero con este cambio también se pretende reducir el impacto visual de la torre sobre la Bahía de Málaga, y acercar su altura a la de los elementos portuarios próximos, tales como las grúas portacontenedores (unos 112 metros de altura); y los grandes cruceros (unos 70 metros) que amarran en la misma zona. Cabe recordar que el trámite de modificación de la normativa, para permitir que toda la plataforma del dique de Levante pueda albergar este uso –y que está a cargo de la Gerencia de Urbanismo– recibió numerosas alegaciones por esta causa. De hecho, otras fuentes consultadas apuntan a la posibilidad de que el Ayuntamiento pueda sugerir al Puerto y a los promotores privados que se mejore «su integración en el paisaje de la ciudad». Como consecuencia, se da por hecho que habrá varios cambios en el inmueble proyectado, aunque todavía está por ver cómo afectarán estos a cuestiones tales como el número final de plantas y a la cifra y características de las suites.

Consultados al respecto, los promotores privados, liderados por el fondo catarí Al Alfia, aseguran que todavía no se ha tomado ninguna decisión, a la espera de la aprobación del cambio del Plan Especial del Puerto y a lo que la Gerencia de Urbanismo pueda determinar acerca de los parámetros edificatorios previstos.

El plazo de alegaciones respecto a la modificación del Plan Especial del Puerto para encajar el hotel en la plataforma del dique de Levante se cerró en abril del año pasado. Se contabilizaron en total 1.330 escritos, aunque muchos eran en realidad uno mismo que había sido rubricado por muchas personas. La cifra final de documentos con aportaciones diferenciadas fue de 85. Ello ha complicado y alargado el proceso para tramitar la modificación del Plan del Puerto durante varios meses, a lo que se suma la petición de algunas aclaraciones a los técnicos de la Autoridad Portuaria.

Entre las principales organizaciones que mostraron sus reservas o directamente su rechazo están el Colegio de Arquitectos, la Academia de San Telmo, Ecologistas en Acción, los grupos políticos de Málaga Ahora e IU-Málaga para la Gente, el partido Equo, la asociación de consumidores Facua, la asociación de vecinos Centro Antiguo, la sección sindical de UGT en el Puerto, varios profesores universitarios a título particular (Rafael Esteve, Matías Mérida y Eduardo Serrano, entre otros) y algunos arquitectos.