De la Torre plantea a los empresarios subir el IBI de los grandes negocios
Sólo el 2% de los locales de la ciudad paga un tipo impositivo superior al de las viviendas pese a que la ley permite aplicarlo al 10% de inmuebles con mayor valor catastral
Francisco de la Torre ha pedido a los empresarios de Málaga un mayor esfuerzo fiscal. Y éste se traduciría en una subida del Impuesto de ... Bienes Inmuebles (IBI). De momento, no está decidido que vaya a materializarse en 2020, pero el alcalde ya ha tanteado a las principales patronales (empresarios en general y hoteleros, polígonos, hosteleros y comerciantes en particular) para plantearles la posibilidad de incrementar el recibo a los inmuebles urbanos con otros usos distinto al residencial como pueden ser el comercial, el hostelero, el de almacén o el de oficinas. La Ley Reguladora de las Haciendas Locales permite a los ayuntamientos aplicar un tipo de gravamen más elevado a las grandes empresas que superen un determinado valor catastral. Este umbral lo puede fijar la Administración municipal, pero siempre que el IBI diferenciado no afecte a más del 10% de los inmuebles de mayor valor en cada uso. La ordenanza fiscal malagueña ya contempla este supuesto, pero a día de hoy únicamente se aplica al 2% de los inmuebles no residenciales porque el corte para establecer este aumento está bastante alto.
El ejemplo más claro está en el sector de hoteles y negocios de ocio, donde este incremento sólo afecta a 2 de los 505 censados (ambos son hoteles), los únicos cuyo valor catastral está por encima de los 26,6 millones de euros y a los que se les impone un coeficiente del 0,6085% en lugar del 0,4510% con el que se grava al resto de inmuebles, el mismo que para las viviendas (cerca del mínimo legal del 0,4% y uno de los más bajos del país). Así, la inmensa mayoría de los 140.723 establecimientos ubicados en la ciudad pagan el mismo tipo que los usos residenciales, de forma que sólo 2.769 tienen un gravamen superior que oscila entre el 0,5839% para centros deportivos (lo abonan 8 de 286 instalaciones) y el 1,1% para edificios singulares (5 de 102). Prácticamente la mitad de ellos, 1.404, corresponden al sector comercial (0,7%). La normativa estatal establece un máximo legal del 1,1%, pero se puede ampliar hasta el 1,3% si se dan una serie de circunstancias como ser capital de provincia (0,07), tener servicio de transporte público colectivo (0,07) o prestar más servicios de aquellos a los que están obligados (0,06).
Los empresarios mantienen que el contexto económico actual no es el más indicado para subir los impuestos
Ante esta realidad, De la Torre aprovechó el habitual encuentro que cada año mantiene por estas fechas con el tejido empresarial de la ciudad antes de elaborar las ordenanzas fiscales del próximo ejercicio para avanzarles su pretensión de sacarle más partido al IBI diferenciado, bien subiendo el tipo de gravamen a estos usos no residenciales bien rebajando el umbral del valor catastral a partir del cual se les aplicaría este recargo. En este sentido, cabe precisar que el valor catastral de un inmueble si fija en función de una serie de criterios como su localización, superficie, el coste de la construcción, la antigüedad, el uso o el precio del suelo.
Más ingresos
En un escenario en el que las arcas públicas se van a ver mermadas por la rebaja de las plusvalías por herencia que el equipo de gobierno (PP y C's) contempla a partir de 2020, el Ayuntamiento busca aumentar los ingresos en el recibo de la contribución para cuadrar sus cuentas. La otra opción sería subir el IBI residencial, pero esta medida se da por descartada al afectar a todos los malagueños, así que las miras apuntan a los grandes negocios.
Como era de prever, la reacción con la que el regidor se encontró en ese encuentro mantenido hace dos semanas en la sede de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) fue de rechazo, pese a reconocerse que los coeficientes son bajos en Málaga. Según ha podido saber este periódico, el argumento esgrimido por los representantes de los distintos sectores fue que el contexto actual no es el propicio para una subida de impuestos, tanto por la inestabilidad política en la que está inmersa el país con unas nuevas elecciones generales como por los avisos de desaceleración procedentes de los principales indicadores económicos. A esto se une la incertidumbre sobre los efectos que puede generar la salida que ultima el Reino Unido de la Unión Europea. En principio, los empresarios salieron de la reunión confiados en que no habrá subida de IBI en 2020, aunque sin descartarlo.
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