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El drama habitacional y el problema de la vivienda sigue cargando las tintas de las sesiones plenarias y de las comisiones. Este jueves, en Derechos Sociales, el concejal de Vivienda, Paco Pomares, se subía al púlpito, en sentido figurado y le daba un sermón a ... la oposición, de tal forma que hasta la concejala socialista Mari Carmen Martín tuvo que acabar diciéndole que ni su padre, que ya no vivía, le había regañado así. El caso es que los socialistas llevaban una moción intentando enmendarle la plana al trabajo del Instituto Municipal de la Vivienda (IMV) para que dedicase todo su presupuesto a construir VPO y rehabilitar barriadas que están en precario, como explicaba Martín.
El tema ya venía caldeado de días anteriores, ya que el PSOE había preparado una rueda de prensa en la que había personas afectadas por la falta de la vivienda, y Pomares indicaba que a uno de ellos, que se quejaba, había recibido ayudas para el alquiler del IMV y le habían evitado un desahucio. De ahí que le dijera al portavoz socialista Dani Pérez que «usa a la gente con fines políticos». En esta ocasión, el concejal de Vivienda, iba un paso más allá, y en lo que parecía un sermón, o una regañina según dijo la socialista, les espetó: «Ustedes del PSOE no nos van a dar lecciones ni a mí ni a mi equipo en el tema de vivienda. ¿En serio?», y les afeaba que el miércoles se opusieran, junto a Con Málaga, a construir 1.000 nuevas viviendas de VPO en Soliva oeste en el consejo de Urbanismo. «Y hoy nos vienen a decir que más VPO. Ustedes lo que deben ir es a la moción de salud mental (una iniciativa que levaba Con Málaga). Deben mirárselo. Ayer, no; y hoy, sí. No se puede señora Martín. A usted la creo, que siempre colabora con nosotros, pero su gente votó ayer no a hacer 1.000 viviendas», como indicó y pasó a preguntar qué había sido de las 180.000 viviendas que había prometido el Gobierno de Pedro Sánchez. «No ha puesto ni un ladrillo y se ha gastado 3,5 millones de euros en publicidad». subrayó.
Martín, visiblemente enfadada, le decía: «Me ha echado la bronca. Usted no es mi padre, que ya falleció. ¿Ya se ha quedado usted tranquilo?» para pasar a decir que su grupo político hacía propuestas, y no le decían lo que tenía que hacer, sino que proponían como era su labor de oposición. Le pidió que no sacara pecho ante la situación de la vivienda en Málaga y se quejó de que ya no le exigían a la Junta de Moreno Bonilla que invierta en VPO como hacían cuando el Gobierno andaluz era del PSOE. «Cuando no les van bien las cosas hace oposición a la oposición», le espetó.
Más tarde, el concejal socialista Pablo Orellana subrayaba que en el consejo de Urbanismo lo que habían votado era que se oponían al «pelotazo urbanístico», y que el Ayuntamiento se quedara con unos suelos privados, que deberá permutar, y cuyo desarrollo y urbanización suponen 18 millones de euros de gastos para las arcas públicas. Los privados, Miramar y Edipsa, permutan el suelo de Soliva oeste, y el Ayuntamiento les da derecho para hacer vivienda en el Lagar de Oliveros, donde habrá una equivalencia. De las 1.000 viviendas de Soliva oeste, 500 las promoverá directamente el Ayuntamiento y otras 500 las construirán empresas por concurso. Este tema estaba judicializado, y en este ámbito había un informe en el que se le daba la razón a los privados porque las cargas que le imponía el PGOU eran muy altas. No obstante, el desarrollo del suelo, proyectos de urbanización y urbanización se irán seguramente a los cuatro o cinco años. Lo que cambia es que la urbanización de Soliva oeste la acometerá ahora el Ayuntamiento de Málaga, y a eso es a lo que se habían opuesto tanto el PSOE como Con Málaga.
El PP votaba en contra de la toda la iniciativa socialista, pero no obstante Pomares se dio cuenta de la crudeza de sus declaraciones y le pidió disculpas a Martín: «Siento el tono, pero es que es la verdad. Vaya a la Universidad y vea los ladrillos y las más de 20 grúas que hay. Ustedes se gastan el dinero en publicidad. Ni una sola grúa del Estado hay. Ustedes sigan vendiendo y yo seguiré construyendo». Para terminar, también le afeó a la portavoz de Con Málaga, Toni Morillas, que no estaba presente, que votaran que no a las 1.000 VPO en Soliva oeste. «La señora Morillas votó que no, me decepcionan como grupo», puntualizó.
Luego, en una comparecencia que le pedía el portavoz Vox, Antonio Alcázar, Pomares subrayó que del Plan de Vivienda aprobado en 2023, de 8.900, habían iniciado 6.643 (el 72%), que tenían licencia 5.030 (56%) y alabó el trabajo de la Gerencia de Urbanismo, que en 2023 dio 1.431 licencias y en 2024, 2.357, «han doblado el número de licencias en un año. En cuanto a las 4.100 viviendas protegidas que tenían previstas, Pomares subrayó que se habían aumentado a un total de 5.790.
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