La falta de lluvias obliga a Málaga a 'resucitar' los suministros de emergencia de la sequía de 1995
Emasa contrata nuevas obras en el Bajo Guadalhorce para aminorar la dependencia de los pantanos. La ciudad, en nivel naranja, escasez severa
Los embalses que abastecen a la capital almacenan agua para aproximadamente un año de suministro. Urge buscar recursos extra para aliviar esta dependencia del Guadalhorce, ... Guadalteba y Conde de Guadalhorce. Emasa se ha puesto manos a la obra y está 'resucitando' los viejos pozos del Bajo Guadalhorce que se activaron en la gran sequía del 95, volvieron a usarse en el 2005, fueron arruinados por una tormenta posterior y ahora son más que necesarios.
Es verdad que los mapas de escasez de la Junta de Andalucía pintan a la ciudad en naranja, en situación de carencia severa. El nivel rojo, el grave, colorea la Axarquía y la Costa del Sol Occidental. En este contexto, el Ayuntamiento acaba de adjudicar por 65.000 euros a Aquatec la limpieza y acondicionamiento de otros cuatro pozos para abastecer a Málaga.
Faltan datos concretos, pero se estima que todo el sistema de pozos del Bajo Guadalhorce podría aportar entre 6 y 12 hectómetros cúbicos al año; esto es, el equivalente a mes y medio o dos meses de consumo urbano. Es fácil de entender, a la vista de los datos, la relevancia de la actuación contratada.
Cuatro pozos más
Estas fuentes valiosas empiezan a utilizarse en los 90, ante la necesidad acuciante de agua. Se activaron entonces estas obras de emergencia, que consistieron en una serie de captaciones subterráneas en las inmediaciones del azud (pequeña presa para retener agua antes del suministro) de Aljaima. Esta infraestructura está en el término municipal de Cártama y las actuaciones no están exentas de polémica entre municipios . Del total de las perforaciones ejecutadas sólo nueve pozos fueron equipados.
Como consecuencia de las inundaciones acaecidas en 2012, tanto los pozos de bombeo (antiguos y nuevos) como el azud de Aljaima, dejaron de funcionar. La erosión del cauce del Guadalhorce provocó la caída de la línea eléctrica que conectaba los pozos situados aguas abajo del azud y la rotura de las tuberías de fundición dúctil que conectaban los pozos en dos puntos. De igual forma, quedaron fuera de servicio los pozos que se construyeron en la década de los 90. Esto provocó que los pozos se fueran anegando con los arrastres de tierra y residuos, con la consiguiente disminución de caudal.
«En el momento actual, con la necesidad de usarlos ante la sequía que sufrimos, es necesario proceder a su limpieza antes de su puesta en servicio, para trabajar en las mejores condiciones posibles. Ya en febrero se pusieron en servicio tras las operaciones mencionadas, los pozos 3, 4, 8 y 14», recoge Emasa en el contrato. Por lo tanto, ahora se van a limpiar los pozos 2, 12, 13 y 15.
El objeto del presente pliego es regular las prescripciones técnicas que regirán en la prestación de la «Rehabilitación, Limpieza y desarrollo de obras de captación en cuatro pozos de agua bruta de la Empresa Municipal Aguas de Málaga (EMASA)». Nuestro principal objetivo es recuperar y el de aumentar, en la medida de lo posible, el volumen de agua captado por cada toma, sin necesidad de tener que ejecutarlas nuevamente.
Los sondeos de agua requieren de un mantenimiento regular para garantizar un flujo de agua adecuado. A medida que un pozo de agua envejece, la velocidad a la que se puede bombear el agua tiende a disminuir. Los pozos tienen una profundidad media no confirmada, entre los 25 y 30 metros.
El plazo de ejecución máximo fijado por la empresa municipal de aguas es de 15 meses.
Situación de los embalses
Los datos de los embalses en la provincia, actualizados este miércoles por la Red Hidrosur, revelan que las reservas se encuentran a un 19%, con 115,97 hectómetros cúbicos almacenados. Se da la circunstancia de que La Concepción, entre Marbella e Istán, que podría enviar 250 metros por segundo a Málaga, no lo puede hacer porque la Costa se encuentra en nivel rojo. Eso mismo ocurre con la Axarquia, que tiene La Viñuela en situación de embalse muerto y recibe caudales procedentes de Málaga.
Los embalses que abastecen a Málaga capital almacenan 85 hectómetros cúbicos. En este volumen, no se cuentan Casasola (6,5 hectómetros) y Limonero (5,2), que son para prevenir inundaciones y apenas suministran. Como dato anecdótico, el Limonero apenas aporta 1 hectómetro anual a la red debido a la propia sequía y a los desembalses para renaturalizar el río Gudalmedina.
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