Salvador de Oña: «El tabaco de liar es más adictivo y tóxico que los cigarrillos tradicionales»
Este experto dice que para frenar que la gente joven fume «hay que elevar el precio del tabaco que se lía, que en España es muy barato»
El tabaco es una fuente continua de enfermedades. Lo mejor es no empezar a fumar y, en caso de hacerlo, hay que abandonarlo cuanto antes, ... dice en esta entrevista el médico Salvador de Oña, especialista en medicina preventiva y salud pública. Este experto asegura que «el tabaco de liar es más adictivo y tóxico que los cigarrillos tradicionales». El doctor De Oña defiende que para frenar que la gente joven fume «hay que elevar el precio del tabaco que se lía, que en España es muy barato». Hoy se celebra el Día Mundial sin Tabaco. El 21 por ciento de la población de Málaga fuma, según datos del Observatorio de la Asociación Española contra el Cáncer.
–¿Qué diferencia hay entre el cigarrillo electrónico normal y el que sirve para calentar tabaco?
–El cigarrillo electrónico que calienta tabaco es un invento de la industria, que pretende vendernos, aunque no lo ha conseguido desde un punto de vista científico, que es algo inocuo, cuando no lo es porque sigue siendo tabaco y el fumador que lo consume ingiere nicotina más los productos resultantes de ese calentamiento. Distinto es el cigarrillo electrónico que utiliza nicotina. Este no tiene toxicidad y está siendo utilizado en todos los países más desarrollados de Europa como instrumento para dejar de fumar y como elemento de reducción de daños. Está demostrado que es un elemento útil para dejar de fumar, aunque no debe caer en manos de los adolescentes, porque es adictivo, como lo son los chicles de nicotina y los espráis, que se utilizan para superar el hábito tabáquico. Los cigarrillos electrónicos son seguros si se emplean durante un tiempo corto; no se conoce su seguridad a largo plazo.
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–¿Qué grupo de edad es el que concentra a más población fumadora?
–El grupo de edad en el que más se fuma es el de 25 a 44 años, pero hay que hacer mucha prevención en la población adolescente para evitar que entre en las redes del consumo de tabaco. En los jóvenes es más difícil actuar para que no fumen, porque no desean dejar de hacerlo. La vida ofrece múltiples oportunidades y uno debe ser responsable de su propia supervivencia. Cuando se llega al convencimiento del daño que provoca el tabaco es cuando aparecen las primeras tentativas de abandonarlo. Cuando surge ese deseo, se solicita ayuda o con medios propios, y tras varios intentos, se logra dejar de fumar. Siempre hacen falta varios intentos para conseguirlo.
«Cuando se llega al convencimiento del daño que provoca el tabaco es cuando aparecen las primeras tentativas de abandonarlo»
–O sea, que es complicado convencer a los más jóvenes del daño que causa el tabaco en la salud.
–Sí. El gran problema que tenemos es poder actuar con la gente más joven. La población adolescente es francamente refractaria a cualquier medida de carácter educativo. En este grupo poblacional habría que hacer dos cosas. La primera sería incluir en el currículo escolar, desde los 13 años, información clara sobre los efectos nocivos del tabaco. La segunda pasaría por aumentar, desde el punto de vista impositivo, el precio de todo tipo de tabaco.
–Es decir, que defiende usted que se suba el precio del tabaco como freno al consumo, ¿verdad?
–El tabaco manufacturado es caro, pero el cigarrillo de picadura es muy barato. De manera que o se iguala el precio o no tendremos ningún efecto disuasorio para que la gente más joven no se enganche al consumo. Una vez que los adolescentes empiezan a fumar les queda por delante una larguísima vida como fumadores. Las medidas de barrera de contención, con la subida de los precios, han demostrado su eficacia en otros países. Ahora mismo en España tenemos un boquete muy grande con el tabaco de liar.
–En cuanto al daño para la salud, ¿es igual de nocivo el tabaco de liar que el cigarrillo manufacturado tradicional?
–Ambos son nocivos, pero es verdad que el cigarrillo liado contiene mayor cantidad de nicotina y de carcinógenos que el manufacturado tradicional, que viene aditivado respecto a la nicotina, pero está filtrado. Además, la combustión, que también es un componente de toxicidad, es más dañina al ser el papel de peor calidad.
–Sin embargo, hay fumadores que aseguran que consumen un tabaco de liar natural.
–Eso sucede porque se le ha puesto el marchamo o la etiqueta de tabaco natural, pero eso no tiene ningún fundamento científico. El tabaco natural no tiene ninguna ventaja sobre el manufacturado, salvo que su precio es más barato. Pero ¿hay diferencia en adictividad y toxicidad? Sí, la hay. El tabaco de liar es más adictivo y es más tóxico por su proceso de combustión y por el papel que tiene.
«El tabaco natural no tiene ninguna ventaja sobre el manufacturado, salvo que cuesta menos dinero»
–Y al ser más barato, es el que más compra la gente joven.
–Por eso, yo sostengo la idea de que si queremos reducir el porcentaje de fumadores tenemos que empezar a intervenir sobre la población que tiene un proceso adictivo muy establecido y, sobre todo, contener la entrada al tabaco de los adolescentes mediante aspectos educativos y de información curricular en el colegio. Además, hay que elevar mucho el precio del tabaco de liar para equipararlo al paquete de cigarrillos manufacturados.
–Otro escollo que hay que superar es el aumento del consumo del tabaco entre las mujeres y, por tanto, el incremento del cáncer de pulmón en la población femenina.
–Aunque sigue habiendo muchos más tumores de pulmón en los hombres, es verdad que el cáncer de pulmón sería casi inexistente en las mujeres si no fumaran. Durante algún tiempo se habló de que las mujeres eran más susceptibles que los hombres a la toxicidad del tabaco en relación al tumor de pulmón, pero eso no es así. La principal manera de librarse de este cáncer, sobre el que ahora se está investigando mucho y han aparecido bastantes avances en términos de supervivencia, es dejar de fumar. Cuanto antes se haga, mejor. En el cáncer influyen los factores genéticos y la mala suerte. Hay personas con genes débiles que no son capaces de renovar y reparar el daño genético que produce el tabaco. Eso hace que una persona deje de fumar y a los 10 años le aparezca un cáncer de pulmón, porque tiene un efecto acumulado. Así pues, el mensaje es deje usted de fumar lo antes que pueda.
–O sea, que anima a los fumadores a que abandonen ya el tabaco o, al menos, que lo intenten.
–Así es. Hoy se cuenta con herramientas de todo tipo: médicas, psicológicas, farmacológicas, etcétera. Es más fácil dejar de fumar ahora que antes. No conozco a nadie que se haya arrepentido de abandonar el tabaco. Todo el mundo se siente satisfecho cuando lo logra; considera que es algo valioso en su vida, un hito en su trayectoria biográfica.
–¿Por qué hay que hacer varios intentos hasta conseguir superar el hábito tabáquico?
–Lo normal es que se requieran varios intentos, pero eso forma parte del proceso. Si no recibe tratamientos de ayuda, al fumador le resulta complicado mantenerse abstinente. Y si no se está muy convencido, recae. Al final, llega un momento en que el fumador aprende, a través de las recaídas, hasta que consigue dejar de fumar.
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